La caída ocurrió cuando un curioso quiso ver más de cerca un accidente de tráfico ocurrido en Santiago, Chile, en el que el conductor de un automóvil perdió el control y cayó al río Mapocho, el ciclista en su curiosidad se asomó de más, y al no pisar firmemente el suelo, el peso le ganó lo que provocó que el hombre cayera estrepitosamente.
Después de la caída el hombre fue atendido y se informó que sufrió algunas fracturas, en él si aplica el dicho de que «la curiosidad mató al gato».