Reconocida como la universidad más hermosa de América Latina, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) posee una belleza especial que para unos expertos emula la disposición espacial de tiempos prehispánicos, mientras que otros sostienen que es fruto de la casualidad.
Estas dos corrientes defienden con vehemencia sus ideas y mientras unos insisten en que la riqueza arquitectónica del campus se planeó pensando en lugares ancestrales como las pirámides de Teotihuacan o Monte Albán, los otros argumentan que no existe tal herencia prehispánica.