Los estados de la costa sureste de Estados Unidos se despidieron de la tormenta Florence, que viaja hacia el norte degradada, y esperan mañana la visita del presidente, Donald Trump, que acudirá a Carolina del Norte, una de las regiones más afectadas por las lluvias y los fuertes vientos.
Aunque las fuertes precipitaciones persistieron en algunas zonas, los estados de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur dijeron adiós a la tormenta Florence, que se desplaza hacia el norte.