• Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, inquieta a sectores defensores de derechos humanos por el plan de seguridad para combatir la violencia por el rol protagónico que tendrán las Fuerzas Armadas. El riesgo de violaciones a los derechos humanos estará latente, alertan. Como sea, hay quienes creen que la apuesta es lograr la pacificación. Pero el hecho de que la Guardia Nacional se integre a la Defensa Nacional (Sedena) hizo arquear las cejas a más de uno.
• Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad, estará muy atento hoy a la resolución que tome la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para sepultar la Ley de Seguridad Interior. Este punto será muy importante porque en el plan de seguridad de López Obrador se tienen anunciadas reformas a leyes y a la Constitución para dar sustento jurídico a la Guardia Nacional y el rol de las Fuerzas Armadas.
• Lucio Cabañas fue un guerrillero que en la década de 1970 encabezó grupos guerrilleros en Guerrero. Esa etapa se conoció como Guerra sucia, pero tuvo sus orígenes en los 60 y concluyó en los 80. Nos dicen que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), que comanda Jaime Rochín, tiene en la lista a 400 víctimas directas y mil 100 indirectas, de quienes analizan cómo repararles el daño, lo cual incluye lo económico. Pero lo más importante es que se alista el reconocimiento de que el Estado mexicano incurrió en “guerra sucia” contra ciudadanos y cometió violaciones graves a los derechos humanos. Tal como hicieron con los afectados por la matanza del 2 de octubre de 1968, lo que causó mucho escozor en ámbitos castrenses. Pues viene una segunda vuelta.
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