• Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación, estaba a un paso de encabezar un retroceso en cuanto a los medios públicos en México se refiere. Resulta que en las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que contiene los ajustes al organigrama del gobierno para Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, los diputados le habían dejado un regalito: consistía en tomar el control de los medios públicos. Ante la andanada en redes sociales que criticaron la medida, salieron a aclarar que “fue un error” que será subsanado en el Senado.
• Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional de Morena, aún no acaba de salir de cacería. Hace unos días le contábamos aquí que el ex presidente del PAN y ex líder del Congreso de Sinaloa, Roberto Cruz, se dejó fotografiar con senadores de Morena de esa entidad. Pues resulta que el desprecio que enfrentó Cruz por parte del equipo de Ricardo Anaya, ex candidato presidencial, lo echó a los brazos de Morena, a donde va por la dirigencia estatal del partido.
• Roberto Miranda, general y jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP), se mantiene al pie del cañón para servir hasta el último minuto del 30 de noviembre, cuando desaparezcan como cuerpo de élite. Nos cuentan que uno de los primeros golpes que se intentó dar a este organismo fue en 2016, cuando se buscaba vender a particulares un terrenito por la zona de Santa Fe. La propuesta fracasó pero, nos decían, si hubiesen tocado las unidades habitacionales de muchos militares que viven ahí, literalmente se hubiesen alzado en armas.
