En torno a las 9.30, hora local, tres hombres armados comenzaron a disparar y a lanzar granadas tratando de entrar en el consulado chino en Karachi, algo que no lograron, informó el portavoz policial de la urbe, Mohamed Ishfaq.
La situación provocó un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y los atacantes, que se prolongó durante más de media hora, hasta que los terroristas fueron abatidos. El evento dejó un total de 7 muertos
Ishfaq señaló que los tres atacantes, uno de ellos con un chaleco cargado de explosivos, y dos agentes de Policía murieron en el ataque, y un guardia de seguridad resultó herido.
Seemi Jamali, portavoz del Hospital Jinnah, a donde trasladaron a los fallecidos, indicó a que además de los cuerpos de dos policías, también habían recibido los cadáveres de dos civiles, un padre y su hijo que habían ido al consulado a solicitar un visado.
Poco después, el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, afirmó que los atacantes querían secuestrar a personal chino.
Media hora después del ataque en Karachi, un terrorista hizo explotar las bombas que portaba en una motocicleta en un bazar en el cinturón tribal del noroeste del país, lo que provocó la muerte de 25 personas e hirió a otras 34, dijo a el portavoz de la administración de la zona, Saleem Khan.
La fuente indicó que el bazar, situado en la agencia tribal de Orakzai, estaba atestado de personas cuando se produjo la explosión.
Ningún grupo ha reivindicado ese atentado.