Los migrantes fueron vistos cargando su equipaje y subiendo a un avión de la Policía Federal con destino a Honduras.
Una migrante hondureña, María del Carmen Medina, dijo antes de subir al avión que «el presidente de los Estados Unidos está bravo ahorita, si muere de un paro (al corazón) lo pagaremos. Por eso me voy, no quiero ser cómplice de esa muerte».
Las fuerzas fronterizas estadounidenses utilizaron gases lacrimógenos contra un grupo de unos 500 inmigrantes que intentaron cruzar la frontera de Estados Unidos el domingo. El Gobierno mexicano prometió deportar a los migrantes que habían participado en los enfrentamientos.