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Tenacidad y constancia, la clave del éxito de su carrera

Lucero no sólo cuenta con una gran trayectoria en la música también en la televisión, ahí fue donde comenzó tos

La historia de Lucero no sería la misma sin las telenovelas, de hecho su trayectoria comenzó en la televisión, en 1980 cuando llegó a conducir Alegría de mediodía, también la pudimos ver en el programa infantil Chiquilladas y Juguemos a cantar, ambos en 1982, y en ese mismo año también llegó la gran oportunidad de su vida, la telenovela Chispita

Durante la conversación que tuvimos con la cantante, recordó cómo fue que llegó a la llamada «fábrica de sueños». 

«Yo quería llegar a la televisión, siempre preguntaba cómo llegar y mi mamá siempre me decía, ‘sí mañana’, ella no tenía ningún contacto con nadie y tampoco era de su interés el ponerse a investigar, y me imagino que pensaba que después iba querer dedicarme a otra cosa. La primera audición que logré también fue en la me aceptaron, fue para el programa de televisión Alegría de mediodía. Es cierto que se escucha fácil y se me abrieron muchas puertas, pero también es verdad que yo hubiera seguido hasta conseguirlo, hasta que alguien me dijera que sí, porque siempre he tenido la tenacidad de no darme por vencida y siempre he sido muy constante». 

Y así fue como consiguió llegar sin embargo ni ella ni su madre, Lucero León, tenían idea de cómo eran las cosas según relató la intérprete,  «tuve suerte que en la primera audición me aceptaran, después le preguntaron a mi mamá y cómo se llama la niña y ella respondió ‘Lucerito’, pero cuál es su nombre real insistieron (risas)», y agregó, «no entendíamos nada y ya me pidieron que el fuera a grabar el lunes por la tarde». 

La intuición maternal

Es bien sabido de que Lucero siempre ha estado acompañada de se mamá, de hecho esto ha desatado algunas críticas, sin embargo tenerla a su lado ha sido positivo para su carrera.  

«Mi mamá siempre ha tenido muy buena visión de las cosas. Yo pienso que ella naturalmente tiene una esencia de manager y desde el principio entendió lo que podía funcionar para mí, por mi tipo de personalidad». Ejemplo de esto fue la telenovela Chispita donde Lucero interpretaría a la villana de la historia, pero su mamá se opuso a esta idea.

 «Cuando viene la audición para Chispita, me eligieron para dar el personaje de la niña villana de la historia, sin embargo mi mamá me dijo ‘si ya va a salir tu disco’ -porque ya había firmado con una compañía de discos, donde cantaba canciones de amor y de ternura- ‘creo que no viene al caso que salgas de odiosa en la televisión, porque lo que quieres es que los chavos y las mamás lo compren’. Empecé a pensar en lo que dijo y me di cuenta que era congruente, entonces hablamos con el productor de la novela, Valentín Pimstein, y le fuimos a decir muchas gracias pero no nos late y le explicamos lo del disco. Después de esto Valentín nos dijo ‘nosotros también lo pensamos y queremos que tu seas Chispita‘ y pues aceptamos».

Y así fue como a los 13 años de edad comenzó en el mundo de las telenovelas.  «Para mí fue un despegue impresionante en mi carrera. Hablaron con mi mamé y le dijeron que iba a necesitar terapia psicológica porque en un momento iba yo a ser tan famosa que me iba a volver loca, por lo que tenían que enseñarme a manejar la fama».

Sin embargo no necesitó ningún psicólogo y su mamá, Lucero León fue nuevamente su más grande apoyo, según narró la cantante. «Todo era abrumador y al psicólogo nunca fui, la psicóloga era mi mamá. Ella me hizo entender como tenía que ir manejando la situación y creo que no me volví loca». 

Chispita se vendió a otros países y se tradujo a varios idiomas, además se ha repetido varias veces en distintos lugares del mundo, 

«sin duda ha sido un gran proyecto en mi carrera, sobre todo en 1982 cuando el 80% de la gente veía el mismo programa a la misma hora». 

El sentimiento no cambia

La última novela que ha hecho Lucero, fue en Brasil, la historia fue Carita de ángel la cual dura dos años (2016-2018). Pero qué significó para ella trabajar en este proyecto, ¿sintió la misma emoción que la primera vez? esto fue lo que nos contó.

«Yo creo que sigue siendo la misma ilusión y las mismas ganas de que le guste a la gente, de aprender, de dejarme dirigir, de compartir con los demás actores. Pero también es cierto que hoy en día pienso y digo ¿qué quiero hacer más, cantar o actuar?. Antes era más fácil combinar las dos cosas, ahora resulta que una cosa le quita el tiempo a la otra. En este momento me estoy enfocando más a la música, pero que no voy a olvidar nunca que las novelas y la actuación son parte de mi carrera y hay una gran cantidad de público que le gusta verme actuar», y agregó, «la primer novela de mi vida fue wow y ahora me emociona mucha ver y pensar que yo puedo elegir el proyecto, tengo la suerte de hacer lo que me gusta y lo que quiero, ojalá siga pasando eso». 

Carrera multifacética 

Además de la conducción y las telenovelas, Lucero también hizo cine a lado de Luis Miguel, Pedro Fernández y Alejandro Fernández. Y tal vez pocos recordarán que también ha hecho teatro, en 1988 participó en Don Juan Tenorio, donde dio vida a Doña Inés de Ulloa y en 2003 protagonizó Regina: un musical para una nación que despierta, sin embargo verla de nuevo en este tipo de escenario será difícil. 

«Hoy en día digo que a mí el teatro no me engancha ni me emociona como a otros amigos actores. Sí me gusta, es increíble y puedes combinar la actuación y el canto, pero a mí no me emociona hacer la misma obra todos los días», e insistió, «a mí me gusta ser la dueña del balón y cantar lo que me nazca, que el público me lleve. No soy tan apasionada del teatro, me gusta más ser Lucero en el escenario, pero si una obra me enamora la hago, nunca se sabe a donde te va llevar la vida». 

La religión en su vida 

Lucero es una de las cantantes que no puede faltar el 12 de diciembre en la Basílica de Guadalupe, y es que tanto la Virgen de Guadalupe como la religión son parte importante en el equilibrio de su vida. 

«Yo soy católica, no soy una fanática, pero hay cosas que son parte de mi vida como la fe en Dios, la devoción a la Virgen de Guadalupe y seguidora de Juan Pablo Segundo. Asisto a la Basílica cada año para agradecerle a la Virgen de una manera artística, porque me parece algo que es real, nunca lo he visto como una estrategia. Me parece bonito promover la confianza de algo o en alguien, como es el caso de la Guadalupana, pero para otros podrían ser otras cosas”.

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