El presidente Andrés Manuel López Obrador se detuvo en la carretera Manzanillo-Colima para tomarse un coco en un local propiedad de quienes llamó Luis Fernando y María Luisa.
“Ahora sí, ya me toca”, dijo el mandatario, y el comerciante hizo uso de su machete para partir la parte posterior del coco que entregó a López Obrador, quien lo bebió “sin popote, porque no se deben de usar», con calma y agradecido.
El Ejecutivo federal aseguró que los dueños del negocio son personas que se ganan la vida honradamente vendiendo cocos y les deseó que les vaya muy bien, de acuerdo con un video que posteó el mandatario en su cuenta de Twitter @lopezobrador_.
«El agua de coco tiene muchas propiedades. Dirían en mi pueblo: ¡Ay mojo maistro! Ni que fuera político corrupto”, exclamó en la red social.
De acuerdo con López Obrador, el agua de coco de las costas de Michoacán, Jalisco, Tabasco, Guerrero y en todos lados del país, es de excelente calidad.
