En un puerto de Sudáfrica una mujer fue recibida por una enorme mantarraya, que se acercó a ella y con un codazo en las piernas le pidió un masaje en la cabeza.
El extraordinario encuentro, fue registrado el pasado 30 de marzo en Struis Bay, cerca del extremo sur del país y en la imágenes se ve cómo el gigantesco pez se acerca a toda velocidad hasta la conservacionista marina Esther Jacobs, y empujar sus piernas hasta que esta comenzó a acariciarla.
Las mantarayas pueden ser muy peligrosas si se sienten amenazadas, ya que poseen un pico de cola venenosa que les da su nombre, pero Jacobs sabía que debía mantener la calma cuando el enorme pez se le acercó.
«Hace poco salté a un puerto para encontrarme con algunos de los Rayas residentes. Se me vinieron encima. Esta es la más grande de las rayas pero en realidad, era muy amable y simpática», dijo.
