La lucha contra la violencia machista no cesa en España, donde se innova para prevenir y acabar con esta lacra con métodos como el adiestramiento de perros para proteger a las mujeres, la asignación de agentes policiales a la víctimas y terapias para ayudar a maltratadas que están en prisión.
En 2004, España ya fue pionera en Europa al aprobar una ley integral contra la violencia de género.
Y numerosas manifestaciones recorrerán el país mañana, en el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que desde 2003 ha dejado mil 27 asesinadas (51 en 2019) por sus parejas o exparejas, según los registros oficiales.
«Seguimos en las calles exigiendo un cambio en las políticas y un compromiso de toda la sociedad para acabar con las violencias machistas«, anunció la Federación Estatal de Organizaciones Feministas.
En este tiempo, administraciones, asociaciones y ONG se han afanado en la concienciación ciudadana para que se denuncie al menor indicio y en aplicar medidas legales y sociales para acabar con este fenómeno, como el número de teléfono 016 gratuito, que presta servicio las 24 horas en 51 idiomas.
Por ejemplo, establecer una relación directa con los maltratadores para evitar su reincidencia, controlar su comportamiento en situaciones complejas e informarles de las consecuencias de quebrantar las medidas de protección son algunas de las fórmulas policiales efectivas, según las fuerzas de seguridad.
Te puede interesar: Claudia Sheinbaum formalizará alerta por violencia de género el próximo lunes
TERAPIA CANINA
Un proyecto de la Universidad española de Cádiz (sur) estudia los efectos terapéuticos de los perros en las mujeres maltratadas, que las acompañan para sentirse más seguras al cumplir una función de «pastoreo», no de defensa, en actividades cotidianas, como pasear o visitar a familiares y amigos.
«El perro me invita a salir, algo que hace un par de semanas ni se me pasaba por la cabeza», relató a Efe una de las participantes en el programa.
En la región de Madrid, el proyecto Pepo es un tanto diferente. Víctimas de riesgo elevado y perros de gran tamaño reciben formación para desarrollar el instinto protector de los animales y una función disuasoria frente a una situación violenta con el maltratador.
Te puede interesar: Perro conduce automóvil en reversa y en círculos, en Florida
Pepo, que comenzó en 2009, es una actividad filantrópica de una empresa que entrena a perros de seguridad.
«Es mi otra mitad (el perro), somos uno. Vamos juntos a todos lados, incluso al médico. Me ha dado arrojo y seguridad, no podía ni siquiera bajar al garaje por miedo, mis compañeros tenían que recogerme para poder ir al trabajo», explicó a Efe Elena, una de las beneficiarias del programa.
Una campaña ha recogido ya más de 275 mil firmas para reclamar que las víctimas puedan optar a un perro de defensa que pueda acompañarlas a cualquier sitio.
TE RECOMENDAMOS: