La destilería venezolana Santa Teresa ha levantado los ánimos durante generaciones con su ron rojo ámbar, el cual es famoso en todo el mundo por beberse lentamente sobre hielo o mezclado en cocteles como la Cuba Libre.
Pero ahora, la compañía está dedicando sus toneles de acero y torres de destilación al vapor a otra misión para ayudar a combatir al nuevo coronavirus.
El alcohol antiséptico producido aquí es llevado a farmacias y convertido en desinfectante de manos, aumentando los suministros en medio de la crisis global que amenaza con sobrecargar al debilitado sistema hospitalario de Venezuela.
Generalmente, la destilería dedica 20% de su producción al alcohol antiséptico, pero eso fue aumentado a 60% das después de que la pandemia comenzó a azotar a Venezuela. La mayoría es enviada al mercado, y la compañía dona una gran porción a comunidades aledañas.
Los primeros dos casos de coronavirus en Venezuela se anunciaron el 13 de marzo. Las autoridades informaron que eso ha aumentado a por lo menos 143 personas infectadas, con tres muertes.
La crisis política y económica de Venezuela ha dejado a la nación particularmente vulnerable ante el coronavirus.
Los trabajadores médicos dicen que la mayoría de los hospitales carecen de materiales básicos como jabón y agua, y que estaban mal equipados para manejar dolencias comunes, incluso antes de la pandemia.
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