Las campañas electorales en México no dieron cabida al planteamiento de temas profundos en torno a las necesidades más apremiantes para la ciudadanía, consideraron especialistas y politólogos.
El presidente de México Evalúa, Luis Rubio, precisó que aunque hay frases, no hay claridad en los temas, y esto va a empañar lo que siga después de la votación y del primero de diciembre, con la toma de protesta.
«Este periodo de promoción de aspirantes hicieron una diferencia al consolidar a un candidato y a una narrativa de rechazo a las élites en el gobierno”, consideró.
Al participar en la mesa de análisis “¿Van a #GobernarEnSerio? Balance de las campañas 2018”, precisó que el régimen político se mantiene intacto y “seguimos teniendo un fenómeno de clientelismo mucho más que de ciudadanía, en particular en algunas regiones del país”.
Para Daniel Moreno, director de Animal Político, parte de la culpa de tocar los temas de forma superficial recae en los electores que no fueron capaces de «penalizar» a los candidatos que en los debates fallaron en responder sobre temas específicos.
Por lo anterior, dijo, que los aspirantes a la silla presidencial no movieron las encuestas de forma significativa sin cobrar «el costo político ni de la mentira, ni de la trayectoria o la contradicción”.
Al respecto, el investigador, escritor y periodista Leonardo Curzio, consideró que éstas fueron unas campañas donde la ciudadanía sí se interesó en el proceso y anticipó que podríamos tener una participación récord el próximo domingo en las urnas.
Además adelantó que de confirmarse los resultados de las encuestas que perfilan a Andrés Manuel López Obrador como ganador de las elecciones, se cerraría el ciclo de la transición democrática mexicana, al llegar al poder el sector de la clase política que hasta ahora se sentía excluido del juego democrático.
Por su parte, Edna Jaime, directora general de México Evalúa advirtió que quien resulte ganador de la elección presidencial, se enfrentará a un sistema federal dislocado y estructuras fundamentales del gobierno pendientes de reformarse.
«El gran tema de las campañas, estuvo presente como motivo de ataque entre candidatos, y no como un problema de política pública que amerita respuestas técnicas. Ninguno de los candidatos habló con vehemencia de esta agenda de rendición de cuentas. Nadie abrazó con convicción la agenda que han impulsado los ciudadanos“, expresó.
