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Dicen que “de tal palo, tal astilla”; sin embargo, en muchos casos, lejos de seguir el buen ejemplo de sus padres, los hijos de los famosos se van por el caminio equivocado.
El caso más reciente es el de David Servín, hijo mayor de uno de los integrantes del grupo norteño Los Tucanes de Tijuana, quien fue detenido junto con otros integrantes más de una supuesta banda de secuestradores.
Los casos de hijos que “se salen de huacal” son varios.
En la escena nacional recordemos a Celia Lora, la “cachorrita” del rockero Alex Lora, quien cumplió una condena de poco más de tres meses en la prisión femenina de Santa Martha Acatitla, luego de atropellar a un hombre mientras manejaba en estado de ebriedad.
En el ámbito internacional
La dinastía Douglas
Quién no recuerda al hijo mayor de Michael Douglas, Cameron de 32 años, quien fue condenado a cinco años de cárcel en 2009 por dedicarse al tráfico de drogas. El joven fue detenido en un hotel de Nueva York con 500 gramos de metanfetamina que vendería en 15 mil dólares, es decir, más de siete millones de pesos.
Oh, Rey Pelé
En 2005, Edson Cholbi Nascimento, también conocido como Edinho, hijo del ex jugador de fútbol Pelé, fue capturado por la policía brasileña, acusado de estar involucrado en tráfico de drogas.
Pero esa no fue su primera vez. En 1999, Edinho fue sentenciado a seis años por atropellar a un motociclista mientras participaba en una carrera de autos clandestina.
Y no sólo hijos, personalidades ligadas a otras de la farándula también han caído.
A principios de este mes, Armando González, “El Muñeco”, exesposo de Lorena Herrera, fue detenido junto con otros integrantes de una banda de secuestradores cuando intentaban cobrar un rescate. La procuraduría capitalina lo mantiene arraigado hasta comprobar su culpabilidad.
Otro que anduvo en los mismos pasos fue Omar “El Gato” Ortiz, quien el 7 de Enero de este año fue presentado ante los medios de comunicación como presunto informador de una banda de secuestradores en Monterrey, Nuevo León. El ex arquero podría alcanzar una pena de hasta 50 años de prisión.
