La visita del Papa Francisco a México ha levantado una ola de fe, esperanza y caridad sin precedentes en la industria musical que, con la intención de ser parte de la fiesta, prepara no sólo una canción oficial para el pontífice, sino varias.
Desde los himnos presentados por cada diócesis que visitará, hasta las que reúnen famosas estrellas de la música y la farándula, estas son las canciones que México escuchara sin cesar entre el 12 y el 17 de febrero de 2016:
#1 – «La madre», de Mijares
Con la voz del «Soldado del amor» sobre un pensamiento del Papa dedicado a las madrecitas, este fue uno de los primeros homenajes anunciados para el Santo Padre.
#2 – «Luz», de Angélica Rivera de Peña y amigos
La Primera Dama del país reunió toda una constelación de estrellas de la farándula mexicana en una canción especial.
#3 – «Qué bueno que ya llegaste», de Reyli Barba
Después de someterse a un proceso de rehabilitación por drogas y alcohol, el ex vocalista de Elefante recibirá a Su Santidad en tierras chiapanecas con este tema:
#4 – «A Ciudad Juárez», de Juan Gabriel
Aunque no es oficial, ni menciona al Papa por ningún lado, esta creación del «Divo de Juárez» circula en la red y las estaciones de radio de la norteña ciudad, parte del itinerario de Francisco en México.
#5 – «Bienvenido amigo Francisco» (Chiapas)
En la zona del sureste mexicano, el Papa acompañará sus recorridos con un canto que le da la bienvenida con mucha alegría:
#6 – «Francisco es» (Ciudad Juárez)
Con varios versos que resumen lo que significa el Sumo Pontífice para la localidad chihuahuense, esta melodía es una de las más populares en la red.
#7 – «Bienvenido Francisco» (Ecatepec)
Las «Voces de Ecatepec» se conjuntan para pintar con sus matices el regalo musical del municipio más poblado de México al «Vicario de Cristo».
#9 – «Amigo del mundo» (Morelia)
El pueblo michoacano eleva al Santo Padre al nivel de amigo del mundo, y no sólo de México o de Morelia.
BONUS TRACK – «Amigo» (1979)
Esta canción no está dedicada al Papa Francisco, sino a Juan Pablo II, que visitó México al principio de su pontificado en 1979. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en una especie de símbolo musical que enlaza al Vaticano con México sin importar quien ocupe la silla de San Pedro.
