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André Rieu: ‘Quiero tocar en el Polo Norte o la Luna’

El concertista con más boletos vendidos en el mundo está en México para traer su “locura” musical.

Sus conciertos son especiales, son una mezcla de la música clásica con un toque moder­no.

La personalidad de André Rieu atrae las miradas y más sobre el escenario por su hu­mor y virtuosismo.

Es propie­tario de la mayor orquesta privada en el mundo y ha vendido más de 40 millones de discos y DVD, y está listo para regresar a Latinoaméri­ca.

¿Qué tipo de relación tiene con México?

— Creo que la relación es muy especial, porque será nuestra tercera visita a su hermoso país.

Hemos estado aquí antes dos veces, y los mexicanos pertenecen a la gente más musical del mun­do, nos han recibido con los corazones abiertos y por eso decidimos volver.

Si echamos un vistazo en YouTube, hay bastantes videos de nuestras actuaciones en México de los últimos años. Estamos enamorados de México.

Algunas personas lo llaman el “rockstar de la música clásica”, ¿le gustan este tipo de etiquetas?

— ¿Por qué no? ¡Suena muy bien! Yo toco música clásica a mi manera, que no es muy diferente de la forma en que otras orquestas lo hacen. La única diferencia, tal vez, es la atmósfera durante mis espectáculos.

El público puede mostrar todo tipo de emocio­nes ya sea riendo o llorando. Mientras mi público se divier­ta, yo soy feliz.

Estar en el Top 10 de los ar­tistas que más boletos vende en el mundo, ¿implica una especie de responsabilidad para iniciar cada gira?

— De alguna manera lo es. Tratamos de tener un nuevo espectáculo cada año, así como un nuevo álbum completo.

Ambos contienen una mezcla fresca de valses conocidos, óperas, opere­tas y melodías de películas musicales. Ésta podría ser la razón de nuestro éxito. Pero también, siempre quise visitar el mun­do, pero no como turista.

Soñé con hacerlo con mi propia orquesta. Así que ante todo, es un sueño hecho realidad, pero por supuesto también es una responsabilidad con mi orquesta que es la privada más grande del mundo y ten­go 100 personas en nómina.

Ellos y sus familias dependen de mí. Afortunadamente duermo bien por la noche (risas).

¿Cómo le hace para tocar, dirigir y divertirse?

— Es porque yo, pero tam­bién todos los miembros de la orquesta y del coro, hace­mos música con todo nuestro corazón. Cada vena en mi cuerpo está llena de música, pongo todo mi entusiasmo en la música que toco y trato de hacer esto con el público.

Me encanta la música que toco, preparando el nuevo programa junto con mi espo­sa Marjorie, esa es la señal de partida para otra temporada llena de diversión.

¿Qué otros proyectos está creando o que se realizarán a corto plazo?

— Siempre he soñado con ser el primer artista en el mundo en tocar en el Polo Norte o en la Luna, incluso he discutido estos planes con Richard Branson (risas).

Pero como esto no es tan fácil de realizar, he puesto mis ojos en “descubrir” otros países.

En 2017 tocamos por primera vez en Slovenia y Croacia, por ejemplo, y regresamos a Estados Unidos y Chile.

¿Cree que la música está perdiendo calidad hoy en día?

— Absolutamente no, la mú­sica clásica es muy popular. Para uno de mis recientes conciertos en Vrijthof en Maastricht, invité a todos los niños de la escuela de música que tocan instrumentos de cuerda.

En mi ciudad natal de Maastricht, más de 100 niños aparecieron en el escenario con sus violines, violonchelos y contrabajos. Los espectácu­los de talentos en la televisión dan entrada a más y más jó­venes y gente mayor que toca instrumentos o canta música clásica.

Todos estos aspec­tos prueban que la música clásica no pierde calidad en absoluto, ¡al contrario!

Si le pudieran conceder un deseo en este momento, ¿cuál sería?

— Paz mundial: ¿no sería genial si todos tocáramos un instrumento en lugar de usar un arma? Bueno, eso es bas­tante difícil.

Mi deseo sería que fuera capaz de entrete­ner a muchas personas con mi música durante muchos años más, y hacer esto con una buena condición sana.

¿Cómo podría describir a su violín?

— Después de mi esposa, el violín es realmente lo más preciado para mí. ¿Sabías que es uno de los instrumen­tos que Antonio Stradivarius hizo? Se remonta alrededor de 1732, tiene un sonido cá­lido muy apasionado, que re­cuerda a la cantante de ópera María Callas.

Solía tocar uno de sus primeros violines, hecho en 1667, pero ese era demasiado pequeño para mí. Debido a que el violín es tan significativo para mí, incluso “duerme” junto a mí cuando estoy en gira.

En sus palabras

“Tengo un programa completamente nuevo para México, especialmente porque mi Orquesta Johann Strauss celebra su 30 aniversario este año. El espectáculo será una maravillosa mezcla y espero verlos a todos”.

Presentaciones

Monterrey. 21 de septiembre, Arena Monterrey.

Guadalajara. 23 y 24 de septiembre, Auditorio Telmex.

Ciudad de México. 25 al 30 de septiembre, y 1 de octubre.

 

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