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“Quedan muchas puertas por abrir para las mujeres en el cine”, Celia Rico

La directora española presentó la cinta Viaje al cuarto de una madre en el Miami Film Festival junto a Lola Dueñas, una de sus protagonistas.

 

La película Viaje al cuarto de una madre recibió el Premio de la Juventud, Mención Especial en la Sección de Nuevos Directores y el Premio Fedeora en el pasado Festival de San Sebastián.

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Celia, también guionista juega con la distancia física y emocional a través de un paisaje tan cotidiano como poético, en esta opera prima sobre el vínculo de amor entre una madre y una hija.

Un séptimo arte en femenino

Viaje al cuarto de una madre se rodó en el pueblo natal de Celia, Constantina (Sevilla) y su propia madre, modista, enseñó a la actriz Lola Dueñas a coser, quien cosió los cojines de la habitación de la hija y la mantita.

Lola Dueñas posee dos premios Goya, uno por ‘Mar adentro’ (2004) y otro por ‘Yo, también’ (2009); y ha trabajado con Pedro Almodóvar en: Hable con ella, Volver, Los abrazos rotos y Los amantes pasajeros.

Entre el elenco actúan también: Anna Castillo y Pedro Casablanc.

Publimetro tuvo la ocasión de estar en la ciudad de Miami con Celia y Lola, tan naturales y con una luz muy especial, para platicar sobre cine, mujeres y soledad.

Se acaba de celebrar la 72 edición del Festival de cine de Cannes y la protagonista del cartel era Agnes Vardá, cineasta de la Nouvelle Vague decía: “Me he pasado la vida buscando dinero pero he conseguido que mi cine sea libre”. ¿Celia tú también andas tras un cine propio?

C: Pienso en contar lo que me interesa y me preocupa , si hablas de eso consigues ser libre. Me gusta Vardá porque ella apoyaba a los trabajadores y estaba del lado de las mujeres.

Vardá también prefería el término cineasta más que el de directora, ¿a ti te pasa igual?

C: Sí porque engloba mucho más, me siento más cómoda y ahí también están los actores, directores de fotografía, todas las personas que hacen cine.

Este año la participación femenina en Cannes ha sido de 46%. Queda mucho por hacer. ¿Se están abriendo puertas?

 

L: Estamos empezando y hay que abrir muchísimas más puertas.

P- Acabo de ver de nuevo la película Roma de Alfonso Cuarón y he encontrado cierto paralelismo con tu cinta, Celia; en el tema recurrente de la soledad. ¿Crees que las mujeres nos sentimos solas?

L: Hemos nacidos solos y vamos a morir solos. Para mí la soledad es algo básico y es sanísimo. La necesito y elijo la soledad. Yo vivo feliz sola en la mitad de la montaña. Veo una película sola y tan ricamente.

C:  Creo que nos sentimos todos los solos, lo que pasa es que en el cine se tiende a reflejar más lo íntimo en los personajes femeninos pero la soledad es de todos. El problema es estar vacío no la soledad en sí misma. Puedes estar solo y sentirte completamente satisfecho. “La soledad se admira y se desea cuando no se sufre” (Carmen Martín Gaite)

Lola, ¿cuánto has puesto de ti en este personaje de madre y en quién te has inspirado?

L:  Lo que he puesto de mí, de mi tristeza de aquel momento me ha aliviado. Celia me sacó de eso. Yo soy muy madraza y tengo mucho instinto maternal aunque no soy madre. Quizá no he tenido hijos por respeto, por no hacerlo mal. También me asusté con este papel y me inspiré mucho en la madre de Celia, en Gloria, me fijaba mucho como eran sus padres con ella. Aprendí a coser y conviví con ellos y fue una experiencia preciosa. Es como un frankenstein este personaje, hecho con retazos de cosas que leía, seguí todas las indicaciones de Celia, claro y el guión es una joya.

Celia, ¿te consideras una contadora de historias, te atreverías con el teatro?

C:  Cuando era pequeña quería ser actriz pero más tarde me di cuenta que me interesaba más la dramaturgia y sobre todo porque se me daba mal actuar. Mi director de fotografía Santiago ha llevado la parte más técnica y eso es una lata para mí. Pero siento que sería entrometerme en algo que no es mi terreno. Creo que me da respeto porque hay mucha gente preparada. La música también me encanta, parece que si metes el pie ahí no valoras el trabajo de los demás.

La película tiene un ritmo pausado y hay un fundido a negro ¿por ahí y tiene algún significado?

C:   Hay una pausa, una elipsis en mitad de la película; era una idea de dividir en dos partes, es un “negro” como una transición, como un momento central importante. Son como dos películas en una. Es como un espejo en donde se reflejan la una en la otra.

 

¿La casa de tus padres ha sido un refugio?

L:Yo quería irme desde que tenía ocho años, siempre quise irme y ser mayor; de hecho me fui pronto de casa, con mi primer sueldo de teatro, desde muy jovencita tenía todo preparado en cajas y dibujaba mi casa.

C: Yo me fui con dieciocho años de mi pueblo a Sevilla y luego más tarde a Barcelona. Tenía muchas ganas de irme del pueblo. El mundo es tan grande y el pueblo es tan pequeño y quieres irte y conocerlo todo.

Lola vives en Portugal, ¿te piensas quedar ahí para siempre?

L: Yo estoy feliz y no me esperaba que fuera a pasar esto. Yo vivía en París, fue el viaje de mi vida (de Madrid a París) y pensaba que era mi sitio pero a los cuatro años dije “me largo de aquí”; y ya tenía Lisboa en mi cabeza y le decía a mis amigos “hay que vivir un año en Lisboa”. Llevo dos y medio y me quedo. Yo vivo sola en mitad de la naturaleza.

Saramago, el escritor portugués creía que: “era necesario salir de la isla para ver la isla. No nos vemos si no nos salimos de nosotros”.

C: A veces te tienes que distanciar mucho de la gente para conectarte bien, es un proceso, algo contradictorio pero es verdad. Es una sensación muy poderosa, y pones un paréntesis…

L: Es como un cuadro, me encanta. A mi me pasa tanto. Estando en la distancia la libertad se hace más evidente.

Celia, creo que Yasujirō Otzu, el director asiático, es uno de tus referentes, ¿de ahí viene tu ritmo pausado a la hora de hacer cine?

C: Uno puede pensar que tiene una forma de hacer por los referentes pero uno tiene unos referentes concretos porque tiene un gusto que hace que te guste un cineasta y no otro. Es como un círculo. Me gustan otros con ritmos pausados pero esta película lo pedía para esas acciones cotidianas en cuanto al ritmo interno de cada plano y hay bastante elipsis porque el ritmo externo (el montaje) no lo es tanto. Hay que detenerse en la soledad del personaje que se queda en casa porque sino no lo estás contando.

Antes de una madre hay una mujer,¿ está esa idea latente en Viaje al cuarto de una madre?

C: Es una idea que estaba en la escritura del guión. Cómo la madre, Estrella, se vuelve a conectar con ella misma y se deja la puerta abierta con lo que era antes.

Jose Luis Gómez fue tu maestro Lola y solía repetir mucho: “No hay que pensar en el reino de los cielos sino hacer bien el trabajo de cada día”.

L: Esa frase se me quedó muy grabada cuando era jovencita y más cosas porque fue mi primer maestro, era increíble. Ahora en España el reino de los cielos no existe directamente y ya no pienso en eso. De él se me quedaron muchas frases. Tengo transcritas todas las clases de él, tenía frases geniales, se podría hacer un libro: “Lolita rezuma tinta”.

Acabamos cerrando la entrevista igual que empezamos, con la frase que se eligió para el cartel del Festival de Cannes y que encajaba con la manera de ver el cine de Agnes Vardá: “el cine ha de tener pasión, audacia y travesura”.

C:Muy bonito sobre todo lo de travesura porque tiene un componente naif y en el cine es necesario.

Más por saber…

  1. Celia ya está pensando en su próxima película y ha empezado a esbozar el guión
  2. Lola vive en pura desconexión, tiene paz y siente que el tiempo no pasa en el monte en Portugal
  3. Si no fuera cineasta Celia sería músico y le gusta mucha la música folk e indie, también los boleros
  4. Lola trabajaría en algo relacionado con animales. De hecho tiene un gato, Miguel, que encontró herido en la calle durante el rodaje de esta cinta

 

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