Kirk Douglas, fallecido esta semana a los 103 años, dejó una estela de películas que dejaron huella. En varias de ellas compartió papeles con otro gigante de la actuación, el mexicano Anthony Quinn.
Ulises (1954), El Loco del pelo rojo (1956) y El último tren de Gun Hill (1959) fueron algunas de las películas en las que compartieron estos dos maestros del cine dorado.
La coproducción Ulises, entre Italia, Francia y Estados Unidos, dirigida por Mario Camerini y Mario Bava, se basó en la Odisea. Douglas hizo del héroe Ulises, mientras que Quinn asumió el papel de Antinoo.
Van Gogh y Gaugin, Kirk Douglas y Anthony Quinn
Douglas inmortalizó al atormentado pintor holandés Vincent van Gogh, pero Quinn ganó un Óscar como Actor de reparto al hacer el papel de su colega y mejor amigo Paul Gaugin.
La película tuvo seis nominaciones al Óscar, incluyendo la de Mejor actor para Douglas –perdió frente a Yul Brynner, por El Rey y yo-, pero solo ganó Quinn.
Fue el segundo Óscar para Quinn, nacido en Chihuahua en 1915 e hijo de un irlandés y una mexicana: ya había conquistado otro Óscar a Mejor actor de reparto por ¡Viva Zapata! (1952).
Por el Óscar por ¡Viva Zapata!, en el que Quinn representó a Eufemio, hermano de Emiliano, Douglas estuvo nominado por su actuación en Cautivos del Mal.
El último tren de Gun Hill
Douglas y Quinn se reencontrarían en el Lejano Oeste: El último tren de Gun Hill, dirigida por John Sturges, como Matt Morgan y Craig Belden.
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Eran dos amigos que, distanciados, volvieron a verse porque la esposa de Morgan (Douglas) fue asesinada. El autor de la muerte era el hijo de Belden (Quinn), interpretado por Earl Holliman. El drama terminaría, como buen western, a los tiros.
En 1972 estuvieron también en The Master Touch, de menor calidad que las anteriores.
El único Óscar que Douglas ganaría sería el honorífico de 1996.