El mundo entero fue testigo de su felicidad a su regreso a Reino Unido. Nunca antes Meghan Markle había lucido tan radiante y así se mostró para despedirse del pueblo británico que la vio coronarse como duquesa de Sussex.
Los ciudadanos británicos disfrutaron de una mujer que derrochó carisma y simpatía en cada evento que planificó el palacio de Buckingham, de la mano de su esposo, demostrando con cada atuendo porque seguirá siendo la más glamorosa.
Fue precisamente en su ultima gira en el cumplimiento de sus deberes reales, que la esposa del príncipe Harry volvió a impactar con sus outfits, reflejando el buen gusto que posee a la hora de seleccionar lo más exclusivo de su armario.
Pero fueron tres, los mejores diseños con lo que Meghan Markle deslumbró con especial elegancia, todas las piezas de diseñador, los cuales le costaron la exorbitante suma de 33 mil dólares a la corona británica.
Los imponentes diseños estuvieron llenos de colores audaces: azul turquesa, rojo pasión y un verde esmeralda, con los que abandonó sus fieles tonos pasteles y neutros a los que tiene acostumbrados a su público. Todos enmarcaron la delgada figura de la duquesa y se robaron la mirada de millones de seguidores, diseños que en cuestión de segundos eran los más deseados y buscados vía on line.
La audacia de la nueva Meghan Markle impactó a la moda
La decisión de abandonar a la familia real está marcado la pauta de Meghan Markle. Su estilismo cambió y la audacia en sus atuendos siguieron la línea de la elegancia, pero inclinándose a nuevas líneas que dejaron ver el futuro que le depara a quien dejará su título real el próximo 31 de marzo.
Para la primera cita, un almuerzo en el Hotel Goring y luego una visita al Teatro Nacional, la duquesa escogió un abrigo camel de Alex Eagle, cuyo costo fue el más elevado: 18 mil dólares, el cual llevó con una bolsa negra de mano Loewe y unos bellos zapatos Aquazzura, con perlas que destacaron su outfit.
Debajo de ese costoso abrigo, Meghan supo llevar una falda modelo lápiz con relieves en zig zag de Rouland Mouret y una camisa con mangas abombachadas de organza transparente que le otorgó un aire romántico y cálido.
El mismo día, pero ya en la noche, Meghan y Harry asistieron a la gala de la entrega de los premios Endeavour, celebrados en la Masión House de Londres. Allí cautivó apareciendo con un vestido azul turquesa, firmado por la reconocida Victoria Beckham, valorado en más de 1000 dólares, que combinó con un clutch de Stella McCartney y zapatos de Manolo Blahnik.
Tocó el turno de asistir al Festival de Música Mountbatten, un acto benéfico para recaudar fondos para las instituciones que apoyan a los marines ingleses. Aquí la duquesa dejó su sello de un glamour indiscutible. Escogió un outfit rojo vibrante que hizo juego con el uniforme de la Marina de Harry.
Con verde esmeralda se despidieron los Sussex
Y diciendo adiós a su vieja vida para iniciar la tan esperada independencia de la corona británica, Meghan y Harry llegaron a la misa anual por la Commonwealth, que se celebró en la antigua abadía de Westminster, evento con el que culminaron su gira en Gran Bretaña.
Nuevamente tomados de la mano, caminaron juntos dejando claro que estarán unidos por siempre. El príncipe llevó un traje azul, con el forro de la chaqueta en el verde esmeralda que bien supo lucir su esposa.
Es vestido midi con capa de Emilia Wickstead, atrajo la atención de los presentes a su elección clásica. No faltó un detalle de su vestimenta que no estuviera combinado.
El color verde vibrante también lo llevó en un hermoso tocado de William Chambers.
Sin lugar a dudas, Meghan Markle dictó una cátedra de alta moda y creó tendencia, sabiendo escoger cada detalle, y hasta avanzando en propuestas diferentes a las que utilizaba, como su maquillaje, el cual se vio con colores más acentuados que destacaron su belleza.
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