Eduardo Santamarina lleva actualmente una vida feliz y plácida al lado de su esposa Mayrín Villanueva, compartiendo con sus hijos y los hijos de ella, como una gran familia.
Pero el actor de 51 años vivió una época oscura, de la cual fue muy difícil salir: cayó en las garras del alcoholismo, sufriendo intensa soledad y depresión en ese trance amargo que atravesó.
La amarga época de Eduardo Santamarina por el alcoholismo
Parte de su experiencia la contó durante una entrevista en el programa De primera mano con Gustavo Adolfo Infante, confesiones que impactaron a todos.
Comenzó afirmando que el alcoholismo «no es un problema, es una enfermedad» por lo cual debe ser tratado con toda la rigurosidad que cualquier otra enfermedad.
Aseguró que en la actualidad sigue «limpio» y sin probar una sola gota de alcohol.
Ante las cámaras, recordó aquella época en la que se escondía de su familia para poder beber alcohol sin ser señalado.
«El alcohólico si se toma una copa no puede parar y uno de mis fondos en esta carrera de alcoholismo (…) fue de llegar a esconderme, a refugiarme en hoteles para que mi familia no me encontrara», confesó el protagonista de telenovelas tan famosas como Rubí.
A nivel emocional nunca fue sencillo: «Ahí entras en esas depresiones donde no quieres ver a nadie y lo que quieres es platicar pero no con tu familia, curiosamente , porque obviamente tu familia te va a confrontar, a cuestionar».
Fue cuando lo devoró una inmensa soledad, que lo llevó a encontrar compañía en trabajadoras sexuales: «Cuando un miembro de la familia ve a la persona alcoholizada es terrible para los dos, tanto para el que está alcoholizado como para la familia. Entonces lo que hacía era contratar prostitutas».
«(…) era tal mi grado de alcoholismo que ya ni siquiera era para tener una relación sexual, ya ni se podía, era para llenar este vacío de soledad que estaba yo pasando por ese momento, era platicar con alguien, eso era lo que hacía», detalló con pesar.
¿Cómo salió de ese trance tan oscuro? Aseguró que con grupos de autoayuda. «Te ayudan muchísimo si así tú lo quieres (…) No soy quien para dar consejos pero si yo puedo hablar de como me fue a mí y si eso le sirve a alguien (…) con una persona que le caiga el 20, ya».
