Arnold Schwarzenegger siempre será recordado por sus películas de acción en la pantalla grande, protagonista de grandes personajes que son historia en el cine mundial.
En 1984, la película ‘Terminator’ lo lanzó al estrellato, después de pasar por un casting en el que el director James Cameron lo escogió para ser el exterminador del futuro que tenía el objetivo de aniquilar a la legendaria ‘Sarah Connor’.
Por tanto, el actor de origen austriaco es una leyenda del cine norteamericano, donde a pesar de no recibir ningún reconocimiento por sus actuaciones, supo quedarse en la memoria de sus admiradores que siguieron todas sus secuelas de acción y el resto de producciones en las que intervino.
En la actualidad, Arnold Schwarzenegger alcanza los 73 años con una buena apariencia que mantiene gracias a su entrenamiento constante, tal como presume en una de sus últimas publicaciones desde su cuenta Instagram, en la que recuerda que «viejo, pero no obsoleto».
El popular actor aún atrae la atención de un público que lo recuerda y en una salida por la ciudad de Los Ángeles, fue visto con su inconfundible apariencia que explotó como fisicoculturista en sus años de juventud.
Arnold Schwarzenegger luce una apariencia muy juvenil
La leyenda del cine de acción estadounidense posee un carisma indiscutible que le permite contar con la admiración de sus millones de fans que aún lo aclaman por su talento en un género del cine que requiere a personajes que sean exitosos en taquilla.
Arnold Schwarzenegger se ve juvenil en su vestimenta casual y deportiva, mientras pasea por Los Ángeles en un día cotidiano para el reconocido artista.
Con su camiseta de surfista de California, pantalones cortos y gafas negras fue visto en su envidiable vehículo Hummer verde sin puerta, cuando viajaba junto a un amigo.
El exgobernador utilizó una mascarilla facial en color negro con la frase ‘Volveremos’, tan recordada en la saga de Terminator, pintada en blanco, mientras conducía su original camioneta estilo militar.
El actor protagonizó un escándalo en el año 2011, cuando su esposa María Shriver decidió poner fin al matrimonio de 25 años, después de conocer que le había sido infiel con la empleada de la casa, una guatemalteca que tuvo un hijo de Arnold y que fue el gran descubrimiento que hizo quien fue su compañera de vida, la periodista y sobrina del ex presidente John F. Kennedy.
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