Ingrid Martz y su esposo, Rodrigo Luque, vivieron momentos de angustia cuando su pequeña hija de un año, Martina, sufrió una fuerte caída mientras dormía que le provocó la ruptura de dos de sus dientes delanteros.
A través de las historias de su cuenta en Instagram, la actriz de telenovelas como Rubí y Corazón Indomable relató a sus seguidores el susto que experimentó junto a su marido en días recientes cuando se suscitó el accidente que inicialmente pensó no había sido nada grave.
“Martina estaba acostada en un sillón, bastante bajito y muy pegadito al piso, de pronto se voltea, pero no se da cuenta de que el sillón ahí acababa, entonces yo me acababa de parar cuando cae casi prácticamente junto a mis pies, no pareció que se pegara fuerte, no hizo drama ni lloró muchísimo. De pronto sí vi que tenía un poquito de sangre en la boca, pero me parecía súper raro porque de verdad no fue un golpazo”, explicó la también conductora, según recogió Las Estrellas.
“Sentimos horrible”: Ingrid Martz cuenta todo sobre el accidente que sufrió su hija
La estrella, que actualmente se encuentra dedicada por completo a la maternidad, detalló que cuando vio la boquita de su hija llena de sangre supuso que se había mordido al golpearse contra el piso, pero al día siguiente su pareja se dio cuenta de que la niña tenía dos dientes rotos.
“Cuando vi que tenía un poquito de sangre, mi primera reacción fue bajarle el labio y revisarle los dientes, pero solo le vi los dientes de abajo y vi que estaban perfectos, me imaginé que a la hora de caer se había mordido por dentro, pero ya en unos segundos estaba perfecto. Durmió súper bien y en la mañana mi esposo me dice ‘no inventes, se le rompieron dos dientes’, me cayó la noticia impresionante, corro a ver y me doy cuenta”, contó.
En las grabaciones, la momblogger de 41 años confesó que su esposo y ella se sintieron “horribles” al ver lo que le había ocurrido a su pequeñita, pero de inmediato se pusieron en contacto con una especialista para poder reparar los dientecitos de la niña que cumplirá dos años en mayo.
“<strong>Sentimos horrible de pensar que iba a tener que esperar años con dos dientes rotos, que son los que más se ven que están enfrente</strong>”.
“Lo primero que hice fue llamarle a su odontopediatra, yo le pregunté que si había la posibilidad de que esos dientes se arreglaran o pegar, me dijo ‘sí se puede’ pero lo más importante es saber si el diente se rompió por dentro o hasta la raíz o si solo es el esmalte y se ve feo. Se ha caído mil veces más fuerte y no le ha pasado nada gracias a Dios”, agregó Martz, evidentemente sorprendida y acongojada por lo ocurrido.