La muerte del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, ha conmocionado a la monarquía británica que ha estado en el ojo del huracán en los últimos meses.
Esto no solo por las polémicas críticas del príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, sino por las revelaciones y controversias que ha dejado las series que han mostrado el lado oscuro de la realeza, entre estas The Crown, transmitida en la plataforma Netflix.
A lo largo de la historia, se expone la realidad de cada uno de los integrantes de la familia real, sus conflictos y los dramas en el reinado de Isabel II, así como la relación de Diana de Gales con la realeza antes y durante su matrimonio con el príncipe Carlos.
En esta producción se destaca el papel del Duque de Edimburgo, un hombre frío y distante con su hijo Carlos. La serie reflejó las inconformidades de Felipe con muchas de las decisiones del Palacio de Buckingham y su lado sensible y humano que cambió su amor por las fiestas por la vida protocolar.
La boda real
Felipe y Elizabeth se conocieron en 1934. Él era entonces un cadete de la marina que flechó en el primer momento a la princesa de entonces 13 años.
«Ella lo miró fijamente durante todo el día, estaba enamorada de él desde el principio», dijo el tío de Felipe Earl Mountbatten. Se casaron en la Abadía de Westminster en 1947 con la presencia de estadistas y personalidades de todo el mundo.
El hombre en la Luna
Fue en la tercera temporada que aborda la llegada de los tres astronautas a la Luna y la evidente emoción del príncipe Felipe por el acontecimiento histórico. Los tres héroes espaciales del Apolo 11, lo visitan en el Palacio donde él emocionado tanto con un niño espera detalles de tan importante acontecimiento.
En el capítulo titulado «Moondust» de la tercera temporada, el Príncipe conoce a los tres astronautas acompañado de la Reina y sus cuatro hijos: Carlos, Ana, Eduardo y Andrés. Sin embargo, se decepciona al descubrir que no tan gloriosos como los imaginaba, sino solo ingenieros talentosos.
Infancia turbulenta
Su familia nazi, el exilio desde Grecia tras la caída de la monarquía, la turbulencia de su infancia criado en el estricto internado Gordonstoun donde años más tarde llevaría a su hijo Carlos, y la esquizofrenia de su madre, se reflejaron en la serie The Crown.
Una de las escenas más rudas ocurre cuando decepcionado de su familia regresa al internado y comienza construir la entrada del reciento, sin comer ni descansar, bajo la lluvia y el frío. Sediento y a punto de desfallecer, decide pedir ayuda.
Crisis matrimonial
La serie de Netflix escrita por Peter Morgan, muestra no solo las inconformidades del príncipe con el Palacio, las rivalidades políticas y su frustración por deber abandonar su carrera naval para convertirse en consorte de la Reina.
Los rumores de infidelidad, la vida de acción y una ruptura con la monarca se plasman en la serie, esto pese a que fueron desmentidos en su momento con firmeza por la familia real.
Uno de los momentos más emblemáticos de la crisis matrimonial ocurrió durante la gira a Australia en 195 con una fuerte discusión que habría sido presenciada por Robert Hardman y el equipo de prensa del director de documentales que trabajó con la familia real británica.
Encuentro con Diana
En la cuarta temporada aparece Diana Spencer, interpretada por Emma Corrin. El capítulo Balmoral Test la joven Diana está invitada a pasar el fin de semana en el castillo en Balmoral, hogar escocés de la realeza. Felipe la invita a cazar y tras acertar el tiro se le ve elogiando a la joven y conversando con Carlos sobre su relación con ella.
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