La nueva temporada de 40 y 20 ha presentado al público toda clase de situaciones: primero, describió el supuesto embarazo de Chío, después, reflejó cómo Fran y Paco fueron deslumbrados (y estafados) por un par de profesoras de pinturas. Y ahora, mostró la gran depresión que sufrió Paco al ver perder a su equipo de fútbol predilecto, el Club América.
Al inicio del episodio, Paco (Jorge Van Rankin) y Toña (Michelle Rodríguez), se enfrentan en una batalla campal ya que él es del América y ella es del Cruz Azul, dos equipos que han sido rivales toda la vida, también la fanaticada de ambos.
La depresión de Paco, en «40 y 20», al ver la derrota del Club América
Aunque no había nadie más en casa a la hora del juego, poco a poco se fueron sumando «refuerzos», como Fran y El Borrego, también seguidores del Club América. También llegó, del lado de Toña, su novio Brayan Daniel, fanático a morir también del Cruz Azul. Hasta Miranda, la novia de Paco, estaba apoyando al equipo azul.
Pero aunque el Club América comenzó el partido con victoria y varios goles, al final terminó ganando el Cruz Azul, para desgracia de Paco y para sorpresa y euforia de Toña, Brayan y Miranda. Esta derrota le pegó fuerte a Paco, quien se hundió en una profunda depresión.
Durante dos días estuvo encerrado en su habitación, situación que ya tenía preocupado a Fran y a Toña. «Déjalo, tiene que salir a enfrentar su humillante y vergonzosa derrota», le dijo al hijo de Paco.
«¿Y si le pasa algo y me quedo huérfano?», se preguntó Fran muy preocupado y pensando lo peor, a lo que Toña respondió: «Deja de ver La Rosa de Guadalupe», queriendo decir que debía dejar esos pensamientos dramáticos.
Después llegó Miranda, dispuesta a cambiar el ánimo de Paco al llegar hermosa y elegante con un vestido floral off shoulder. Y, aunque todos pensaron que esa sería la solución a la depresión de Paco, estaban equivocados: desde su habitación, encerrado, intentó alejar a todos en casa.
¿Quién lo ayudó con su depresión?
Después de evaluar la opción de buscar un cerrajero para abrir la puerta de la habitación de Paco, finalmente, Toña llamó fue a Chío, la ex esposa de Paco. Pero ni a Chío le hizo caso Paco. Permanecía encerrado en su habitación.
Entonces, Fran opinó que deberían llamar Emilio Azcárraga Jean, dueño del Club América, quien en la serie además era un amigo de Paco. Y lo hizo, presentándose de inmediato en su casa, dispuesto a ayudarlo. «No puede ser que se ponga así por un partido de fútbol», dijo al enterarse de la situación.
La única forma en que Paco logró salir de su habitación, fue bajo amenaza: si no abría la puerta, Emilio iba a confesar cuál era el apodo de Paco en la primaria. Luego trató de consolarlo, diciéndole que solo se trataba de un juego de fútbol y que no debía darle ese ejemplo a su ex esposa, a su novia y a su hijo.
«Solo se perdió un juego, hay que ser muy grandes en la victoria pero mucho más grandes cuando se pierde», enfatizó Emilio Azcárraga.
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