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El cantante volvió a suelo mexicano incluso al estar vetado por el presidente de turno
Frank Sinatra fue uno de los cantantes más influyentes del siglo XX. Su música alcanzó hasta el lugar más recóndito del mundo convirtiéndolo en uno de los cantantes más populares.
A lo largo de su trayectoria recibió tres estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood, convirtiéndolo en uno de los 33 artistas que fue galardonado en tres oportunidades. Sinatra grabó más de 1300 canciones y participó en más de cincuenta películas.
Sinatra fue protagonista de un sinfín de polémicas que se hicieron públicas y afectaron su carrera, como peleas, borracheras, intentos de suicidio y hasta la prohibición de entrada a un país.
El cantante sufrió un veto presidencial a mediados de la década de los sesenta por el escándalo que propicio la película “Divorcio a la americana” (Marriage on the rocks) de 1965, donde el cantante participó como protagonista junto a Dean Martin y Deborah Kerr.
El filme cuenta la historia de una pareja que busca la manera de salvar su relación haciendo un viaje de reconciliación a México, pero no lo logran y terminan divorciados. El presidente mexicano de turno Gustavo Díaz Ordaz se ofendió con la narrativa de la película y consideró que ofendía las buenas costumbres mexicanas por lo que fue vetada al igual que el cantante.
“Una comedia de situaciones que presenta un México adulterado y caricaturesco, donde se abusa del turismo, se visten trajes folclóricos, y los mexicanos se especializaban en divorcios y casamientos al vapor”, fue la percepción de varios analistas de la época.
El cumpleaños de Frank Sinatra en Acapulco
Un año después Frank Sinatra quería celebrar su cumpleaños número 51 en tierras mexicanas, específicamente en Acapulco, destino favorito de un sinfín de artistas de Hollywood, pero debido a su prohibición de entrada buscó la manera de entrar de ilegal al país.
El cantante celebró por todo lo alto, rodeado de su esposa Mia Farrow; sus hijos Tina, Frank y Nancy Sinatra e íntimos amigos.
Para ese momento Acapulco era uno de los destinos turísticos preferidos por los europeos y estadounidenses. Además de tener fastuosos hoteles a la altura de cualquier artista del mundo, cuenta con maravillosas y únicas vistas al pacífico.
Sin miedo a nada aterrizó en suelo mexicano en 1966 para realizar su festejo en “Las brisas” el hotel más lujoso de Acapulco que solo gente pudiente podía pagarlo. Sin embargo, sí había alguien siguiéndole los pasos y era José Hassanille, un espía del gobierno que no le perdió el rastro a ningún movimiento. “En lo personal, consume bastante cantidad de whisky marca Jack Daniel’s etiqueta negra, en las rocas y casi una botella diaria…”, escribió el espía en sus anotaciones.
La intensión del espía no era más que asegurarse de que la estadía del cantante pasara desapercibida por los locales.
El hijo del expresidente Miguel Alemán fue uno de los que permitió la entrada de Frank Sinatra a México. Según algunos medios, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, estaba al tanto de la presencia del cantante en suelo mexicano, pero pidió toda la discreción posible para evitarse el revuelo con la prensa.
No fue hasta 1991 que Sinatra volvió a México legalmente para dar su primer y único concierto en el Palacio de los Deportes. “Gracias México. Me siento muy contento de estar aquí, de lograr este sueño”, agradeció Frank Sinatra.
Con información Infobae
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