Ariadne Díaz ha logrado conquistar el corazón del público durante sus casi tres lustros de exitosa trayectoria artística con el gran talento que ha demostrado en diferentes producciones televisivas; no obstante, aunque varias han marcado su vida profesional, el proyecto que logró impulsar su carrera sin duda alguna fue la telenovela Llena de amor.
En el año 2010, la actriz asumió el reto de protagonizar esta historia metiéndose en la piel de ‘Marianela Ruiz’, una entrañable joven con sobrepeso que continuamente sufre burlas y humillaciones por su físico. El proyecto, que encabezó con Valentino Lanús, se convirtió en un rotundo éxito alargándose por más de 200 episodios en los que destacó con un extraordinario desempeño.
Sin embargo, aunque este rol la llevó a disfrutar las mieles de un éxito imponderable cuando todavía daba sus primeros pasos en la televisión mexicana, detrás de su interpretación también hubo mucho sufrimiento e incluso padeció estragos en su salud debido a los kilos demás que tuvo que cargar durante la mayor parte de esta producción de Angelli Nesma
Ariadne Díaz cuenta los estragos que sufrió por protagonizar Llena de amor
Durante una reciente entrevista con TVyNovelas a 10 años del final de Llena de amor, la estrella tapatía se abrió sobre todo lo que sobrellevó grabando esta telenovela debido a que tenía que enfundarse en una botarga de 8 kilos para simular el sobrepeso que tenía su personaje.
“Hubo que hacer un montón de pruebas, fueron como tres meses de pruebas de botarga, porque trajeron, literalmente, a gente que hacía efectos especiales de cine, gente que hacía piñatas, hasta la que hacía botargas para otros fines. Tras ese periodo de probar las botargas, maquillajes y looks que dieran esta apariencia de más cachetoncita, se decidieron por la que finalmente usé”, explicó sobre la elección del traje para darle credibilidad a su caracterización.
La pesada botarga fue como una segunda piel para Díaz que le trajo mucho sufrimiento pues tuvo que cargarla durante extensas jornadas de filmación por varios meses. Incluso tenía llamados a grabación hasta los fines de semana por lo que vivió prácticamente en el aditamento el periodo que duró el rodaje.
“Fue una telenovela compleja, complicada, porque duró muchísimo; y era una botarga muy pesada, de ocho kilos, y en aquel entonces grabábamos en jornadas muy largas, de toda la semana, a veces hasta sábados y domingos, y yo con la botarga. Fue muy pesado, pero finalmente me llevé la bonita experiencia de que en el camino conocí a mucha gente linda”, señaló sobre los retos que enfrentó como actriz y como persona en este melodrama.
Sufrió serios problemas de salud
Y es que eventualmente, usar el disfraz por tanto tiempo comenzó a causar estragos en la salud de Ariadne Díaz. “Pasé por presión baja, me llevaron suero porque me estaba desmayando. Ya que estábamos grabando, nos dimos cuenta de que el aire acondicionado del foro donde estábamos no servía, entonces, con eso y la botarga, ya se moría uno de calor”, relató.
“Tuve dolores de espalda que yo creí que eran porque estaba parada mucho tiempo, pero la botarga no sólo era pesada, era muy estorbosa e incómoda, aparte, todas las ‘lonjitas’ estaban hechas de arroz para que tuvieran como la caída, pero cuando empezó la segunda fase, donde ya no usaba la botarga, se me quitaron los dolores de espalda, y dije: ‘No era de estar parada, realmente sí era muy pesada la botarga”, destacó.
“(…) hoy vuelvo atrás, y creo que con un personaje como este sí tendría que haber tenido ciertas precauciones, como decir: ‘Grabamos dos horas y descansamos 15 minutitos, otras dos horas y otros 15’, porque sí fue muy pesado y, particularmente, los ritmos de grabación en aquella época eran muy pesados. Me acuerdo que nos daban premios por tiempos de efectividad y yo pensaba: ‘Ya, por favor, no den premios, lo que quiero es descansar para poder respirar entre escena y escena”, destapó sobre su suplicio.
Igualmente recordó que para caracterizarse solo tomaba una hora en maquillaje para que le crearan los «cachetitos». Lo difícil siempre fue ponerse el traje para aparentar los kilos de más. «Lo complicado era la botarga, siempre había alguien conmigo para ayudarme, yo sola no podía».
También experimentó rechazó
Empero, Díaz no solo enfrentó serios problemas de salud, además sufrió en carne viva el rechazo que experimentan las personas con sobrepeso.
“Tuve una experiencia muy curiosa y fuerte: cuando estábamos grabando escenas ya con y sin botarga, porque mi personaje había entrado en la etapa en la que había bajado de peso, estábamos en una locación, traía la botarga, y había gente que no se había dado cuenta de que estábamos haciendo una telenovela, entonces en un momento regresaba a la escena, pero ya sin botarga, con vestido ajustado y tacones, y de inmediato noté el cambio de las miradas, como más sonrientes y amables conmigo, de ‘pásele por aquí, por favor”.
“Entonces pensé en cómo todos reaccionamos a estas cosas, y qué duro hacer sentir a una persona rechazada, señalada o anulada en muchos sentidos por su aspecto físico”, reflexionó.
La satisfacción de Ariadne Díaz al dar vida a ‘Marianela’ en Llena de amor
A pesar de estos eventos, Ariadne Díaz no solo guarda anécdotas desagradables de esta experiencia como actriz, también vivió muchas satisfacciones a nivel profesional y personal.
“Grabando La doble vida de Estela Carrillo se acercó a mí uno de los extras y me dijo: ‘Te quiero enseñar una foto de mi antes y mi después’, y me muestra la foto de antaño, era un hombre con mucho sobrepeso, y en ese momento lo vi como un hombre delgado, y me dijo: ‘Te quiero dar las gracias, porque mi motivación fuiste tú en ese personaje”, contó.
“Casi me pongo a llorar, porque para mí eso fue muy lindo; la gente se identificó con este personaje, tal vez, por todas estas cosas de que te señalan, que tienes ciertas características o no cumples con ciertos estándares, y en el momento en que Marianela se transformó, no desde la superficialidad de ‘voy a ponerme a dieta porque quiero estar guapa’, sino ‘voy a ponerme a dieta porque quiero tener una mejor calidad de vida y por amor propio’, la gente dijo: ‘Yo quiero eso para mí”, señaló.
¿Volvería a ataviarse en una botarga por un papel?
A 11 años del estreno del teledrama, con todas las ventajas y desventajas en contraste, Ariadne Díaz sí volvería a hacer un papel de este tipo pero no bajo las mismas circunstancias.
“Sí volvería a hacer caracterización, pero en otra condición, porque esos personajes especiales requieren cuidados especiales para la gente que los interpreta. Hoy, a los 34 años, he recorrido un camino y sé que haría mejor las cosas que cuando tenía 24, y creo que ese proyecto no lo haría, pero si me ofrecieran algo que requiere una caracterización importante o el uso de una botarga, diría: ‘Va, pero con ciertos tiempos de descanso, ciertas rutinas”, concluyó.