Aunque parezcan ladrones comunes, no encajan en un perfil delictivo. En realidad están afectados por un trastorno psicológico compulsivo asociado a la depresión y la ansiedad.
Tanto el Presidente checo, Vaclav Klaus, como la bella actriz Winona Ryder, han sido atrapados in fraganti; ambos fueron relacionados con presuntas actividades cleptómanas que el diccionario define como “la propensión morbosa al hurto”.
“La cleptomanía es un trastorno del control de la impulsividad, cuya característica esencial es la dificultad recurrente de la persona para controlar los impulsos de robar cualquier objeto, aunque no sea necesario para el uso personal ni en razón de su valor económico”, explica la psicóloga clínica Marichú Hidalgo.
De acuerdo con los expertos del Sistema Universitario de Salud (de Texas, EU), “el tratamiento de la cleptomanía puede incluir asesoría o terapia grupal o individual”, generalmente con el propósito de tratar los problemas psicológicos subyacentes a este trastorno, y también puede incluir terapias de modificación del comportamiento y familiar.
Los investigadores mencionan que también hay fármacos que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro como la fluoxetina, el de uso más frecuente; así como fluvoxamina, paroxetina o sertralina.
También la naltrexona, la cual se usa generalmente para tratar el alcoholismo y la drogadicción, pero además reduce el deseo de robar y las conductas asociadas en los cleptómanos, según un estudio publicado en Biological Psychiatry.
CARACTERÍSTICAS
-Experimentan una fuerte sensación de tensión nerviosa y ansiedad al entrar en una tienda, que sólo desaparece cuando consiguen robar.
-Los cleptómanos son conscientes de que se trata de un acto equivocado y sin sentido.
-A diferencia del delincuente, no utilizan ni venden lo robado y no se ayudan de cómplices.
-Acumulan los objetos robados en su casa o en un escondite sin utilizarlos y los devuelven de forma clandestina y con cierto alivio.
