Los edificios en mal estado afectan a la salud, pues por lo general “sus habitantes o trabajadores se enferman de las vías respiratorias, llegan a tener problemas gastrointestinales u otro tipo de infecciones”, advirtió Jorge Hagg, director del Instituto Mexicano del Edifico Inteligente (IMEI).
El “Síndrome del Edificio Enfermo” es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en estos espacios cerrados.
Este síndrome está creciendo debido a las edificaciones que se avejentan en algunas zonas como Insurgentes, señaló Hagg. Por lo general, son oficinas y el riesgo que implican se origina por la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las cargas iónicas y electromagnéticas de cableados viejos y sin mantenimiento, así como las partículas en suspensión, sobre todo polvo, gases y vapores de origen químico de bioaerosoles o detergentes líquidos, entre otros agentes.
Hagg recordó un estudio de Kimberly Clark en el cual se señala que en un baño público de oficinas, 75% de los ocupantes se lava las manos, “eso quiere decir que el otro 25% no lo hace, y tocan manijas de puertas, barandales, botones de elevador y eso puede causar contagios de diversas enfermedades”.
Por ello, es necesario que sus dueños y ocupantes mantengan la higiene, que revisen ductos de ventilación, cableado y sistemas de seguridad para que sea un entorno saludable.
Algunos estudios, dijo, demuestran que un edificio de oficinas que ofrece seguridad y confort a sus ocupantes, “eleva en 25% la productividad de sus ocupantes y reduce en esa proporción el ausentismo”.
ENFERMEDADES
– Para el ingeniero electromécánico Alfredo Juárez, los cables en mal estado generan una corriente electromagnética imperceptible, pero en ocasiones puede generar dolor de cabeza.
– Tipos de padecimientos: desde dolor de cabeza, náuseas, mareos, resfriados y gripes persistentes, hasta irritación de los ojos, infección estomacal y alergias, entre otros.