Lleva dos periodos al frente de la delegación Álvaro Obregón, más de 25 años en el servicio público; y de niño no soñaba con ser bombero, sino funcionario. Se trata de Leonel Luna, quien de adolescente quería ser diputado y ya lo consiguió.
Detrás del funcionario que se toma su tiempo para responder, dejó entrever a un ciudadano que gusta de rodar en su Harley-Davidson y es obsesivo con el trabajo.
¿Qué amas de la vida?
– La vida misma; el hecho de estar vivo es maravilloso.
¿Qué frase te identifica?
– Tenemos que dejar este mundo mejor de lo que lo encontramos y todo lo que sucede en la vida es para bien; hay que ser positivos y aprovechar incluso los problemas.
¿Cuáles son tus defectos?
– Suelo ser obsesivo en algunas tareas que me planteo.
¿Te consideras adicto al trabajo o workaholic?
– Sí, totalmente. Trabajo 18 horas al día; es una enfermedad grave. Los Gobiernos de contacto son muy absorbentes, uno se debe a la gente y son tantas las tareas que no alcanzan las horas. El éxito es la atención ciudadana, todos tienen mi teléfono; recibo llamadas las 24 horas y ahora con las redes sociales la capacidad de comunicarse se multiplica; a través de Twitter recibo muchísimos mensajes. Este trabajo es muy satisfactorio, porque te permite crear.
¿Qué aborreces?
– La pereza, la indolencia, la irresponsabilidad, el abuso y la deslealtad.
¿Qué te pone de buenas?
– Mis hijas, mi familia, los libros, la música, los momentos entre amigos y mi trabajo.
¿Cuáles son tus hobbies?
– Leer, inició como disciplina, mi padre me hacía leer todo lo que se encontraba. Me gusta ir al cine, andar en moto los domingos por la tarde (usa chamarra de cuero y casco).
¿Qué te apasiona?
– El trabajo, generar proyectos que se concreten en pro de los ciudadanos y la ciudad.
¿Te encomiendas a…?
– Sí, creo en Dios; soy guadalupano.
No salgo de casa sin…
– Celular, el radio delegacional, lentes, la iPad y un libro.
Favoritos
Pan de dulce: concha.
Golosina: gomitas.
Películas: Pelotón, El ciudadano Kane y Odisea 2001.
Cantante: Peter Gabriel, Joaquín Sabina y Julio Iglesias.
