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Ay las mamás… nos quieren tanto que nos ven como los niños más bonitos de todos, por ello piensan que cualquier arreglo nos favorece, lo cual muchas veces es mentira, basta con ver los álbumes familiares en los que salimos con el vestido más ampón y la cara estirada, producto de un peinado sí, muy bonito pero también muy apretado. Es así que a propósito del Día del Niño, hoy recordamos aquellos accesorios y prendas que odiábamos cuando pequeños.
1. Suéter de lana. Cuando nuestras mamás tenían frío, nosotros también debíamos tener, por ello nos cubrían con estas calurosas, pesadas y sobre todo pícosas telas.
2. Chamarras grandes. Qué tal las chamarras abultadas que nos hacían ver como “Michelin” (sí, el personaje de las llantas), definitivamente las odiábamos. Además de que no podíamos jugar con libertad, también teníamos que cargar un gran peso, literalmente, a la salida de la escuela.
3. Zapatos ortopédicos. Ay… qué niña no los odiaba ¿no? A pesar de que había de todos los colores y estilos, nos quitaban glamour y estilo ya que…¡eran cuadrados! Y esa era una época en la que lo único que queríamos era usar zapatos tipo Cenicienta y algunas más aventadas querían “tacones como su mamá”.
4. Vestidos exagerados. Ok, no lo voy a negar, nos sentíamos “soñadas” cada vez que nuestra mamá nos ponía vestidos largos, como los que usaban las princesas, pero una cosa era usar vestidos rosas, femeninos, bonitos y otra muy diferente eran ésos con grandes, abultadas y vergonzosas hombreras. Simplemente no…
5. Vestidos con muchos moños. Claramente hay muchas quejas en contra de los vestidos y es que repito, una cosa es usar un vestido bonito y otra muy diferente es parecer “pastel”.
6. Frenillos. Dientes de fierro, de hojalata, nerd… Sí, muchos de nosotros fuimos blanco de este “ingenioso” bullying, claro que ahorita viendo nuestra bella sonrisa, no nos quejamos pero por supuesto que recordamos con tristeza esa difícil época.
7. Lentes. A muchos les da estilo, por suerte para otros los lentes de contacto existen pero es indudable que de niño a nadie le gustaba ser llamado “cuatro ojos”.
8. Calcetas. Blancas… hasta la rodilla… con resorte apretado ¿necesito decir más? No conozco a nadie que no las odiara.
9. Peinados con mucho gel. ¡Qué dolor de cabeza! Literalmente… en mi caso, mi mamá viendo mis lagrimas de dolor, todavía se atrevía a decirme “ni modo hija, la belleza cuesta” y así, triste y “remilgada”, me dejaba en el kinder…
10. Uniforme. Por último, la prenda más odiada, la más incomoda, la más calurosa… el uniforme. Todos agradecíamos ese Día del Niño, donde la mayoría de las escuelas nos permitían ir de “ropa de calle”, hasta nos esmerábamos en planear qué nos íbamos a poner, cómo nos íbamos a peinar y demás.
¿Qué prenda recuerdan con horror? ¿Cuál incluirían en esta lista?
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