Para empezar debemos reconocer que la Navidad es una época importante en la vida emocional de las personas, ya sea por un exceso de felicidad y gratificación o por una sensación de añoranza y hasta de tristeza o la combinación de diferentes emociones.
Para los niños en específico la época navideña contiene momentos significativos y con una gran carga emocional, que influirán de manera importante en su formación y la perspectiva que tengan de la vida.
Esto lo podemos comprobar cada vez que un adulto recuerda las navidades que ha pasado, resaltando aquellas donde recibió regalos esperados con anticipación o donde fue muy feliz.
Los relatos más comunes son aquellos donde se habla de lo esperados que eran esos días y todas las situaciones familiares que se vivieron, juegos, sorpresas y demostraciones de cariño.
Asimismo, en este período los niños salen de la rutina escolar, descansan de la escuela para poder estar en casa y convivir con la familia. Creo que es importante resaltar este detalle, ya que, normalmente, siendo niños o adultos, los momentos en los que salimos de la rutina quedan grabados más fácilmente en la memoria.
Al detener la rutina escolar, el tiempo libre que tienen los niños durante las vacaciones resulta un reto para los padres y personas que cuidan de ellos. Tomando en cuenta que el objetivo principal de las vacaciones es descansar, lo que resulta algo necesario para poder continuar con las actividades que nos llevan a cumplir objetivos y obtener logros.
Para poder elegir las diferentes dinámicas con los niños en la navidad, podríamos tomar en cuenta actividades que sigan motivando su aprendizaje, que los ejercite tanto física como mentalmente y, sobre todo, que los haga sentirse bien.
Se trata de pasar el tiempo con ellos y dejar que disfruten de su periodo vacacional, realizar actividades con ellos y, al mismo tiempo, fomentar el tiempo que ellos puedan disfrutar sin compañía.
Algunas de las opciones podrían ser:
*Fomentar la lectura de textos que a ellos les puedan atraer.
*Realizar en algún momento deportes (andar en bici, patinar, etc.)
*Llevar a cabo actividades cotidianas en familia como desayunar, comer o cenar.
*Integrar a los menores a la planificación de los eventos navideños.
En realidad el objetivo es fomentar en los niños el poder disfrutar de la navidad, sin importar cúales sean las costumbres que tenga cada familia para festejar, enseñarles a descansar y a valorar lo importante que es poder estar con las personas que queremos, no sólo en las fechas importantes, sino en la vida cotidiana.
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