Estilo de vida

Seis señales de que estás en la crisis de los 25

No son los treinta ni mucho menos los 40… Son los 25, esa edad que indica que hemos rebasado el cuarto del siglo.

Algo nos pasa y es que el hecho de ya no estar en los 20 y estar más cerca de pisar el ‘tercer piso’ nos orilla a caer en cierta crisis de identidad.

Pensando en eso te dejamos 6 señales de que pasas por ese momento:

1. Te empiezas a preocupar por madurar: Ya no necesitas que nadie te lo diga, esa vocecita  empieza a resonar en tu cabeza  por sí sola y es en ese momento en que te empiezas a preocupar por las cosas de ‘adultos’. No te alarmes, nunca se acaba de madurar. Eso sí, es el momento de empezar a poner en orden tus finanzas, después de todo estás entrando en otra etapa.

2.  Te cuesta cada vez más hacer cosas de chavos: Esos días en que decir “equis, somos chavos” era sencillo se tornan un poco más complicados. Y es que ahora empiezas a tener “compromisos”, de muchos tipos laborales, sociales, económicos, etc. Keep Calm la vida es así, sólo déjate llevar, cuídate de los créditos, las tarjetas y las malas decisiones.

3. Empiezas a tomar decisiones de adultos: Llega ese momento en que empiezas a visitar el sitio del Infonavit para ver para qué te alcanza, quizás ya estás pensando en tramitar un crédito para un coche o de plano echar a andar un negocio. Cualquiera que sea lo que tengas en mente, analízalo a detalle y, por favor, comienza a fortalecer tu ahorro y tu inversión.

4. Te empiezas a preocupar por dinero: Esa sensación de que no ganas lo suficiente se empieza a comer la emoción de trabajar, sientes que cada vez te alcanza para menos y sientes que al paso en el que vas nunca alcanzarás tus metas. Aún te falta mucho por delante, así que en lugar desgastarte establece: ¿Qué quieres para los años que vienen?

5. El trabajo se ha vuelto parte de tu vida: Te podrás quejar todo lo que quieras, pero ahora el trabajo es cosa seria. Quieres ascender como la espuma y consolidar tu situación económica, así que si se te presenta una oportunidad debes aprovecharla. Sólo no pierdas de vista que hay un mundo de oportunidades fuera de la oficina.

6. Te empiezas a preocupar por tu cuerpo: Las noches sin dormir, las ‘tortas’ y el cigarro, acaban por pasar la factura y te empiezas a preocupar de vez en cuando frente al espejo. Al igual que en las finanzas personales hay que gastar con medida, esto aplica en todo lo que hacemos en la vida. Si vas a dar al salto a la vida saludable, empieza por ajustar tus finanzas para que ese gimnasio, suplementos, ropa y comida especial, no te desbalancen.

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