Para recordar el 91 aniversario de su nacimiento, la silueta de Rosario Castellanos, en su conocida y recordada postura que asume cuando reflexiona o recuerda con añoranza algo, aparece dibujada en el Doodle de Google, contemplando un claro de luna.
La escritora que cultivó prácticamente todos los géneros: poesía, ensayo, cuento, novela y teatro, es, a decir de Sabina Berman, “la primera feminista descarada entre las escritoras mexicanas que con un vigor y precisión intelectual aunada con una sensualidad se convirtió en una de las primeras mujeres, que a través de la escritura, se hizo visible dentro de la cultura “machista”.
Puedes escuchar algunos de los poemas de Castellanos, declamados por ella misma.
Dolores Castro Varela, amiga entrañable de la poeta, narradora, ensayista y crítica literaria, asegura que Rosario Castellanos “es la escritora más importante del siglo XX en México y su aportación es riquísima en obra poética, narrativa, reflexiva y dramática, géneros que casi ningún literato ejerce en su totalidad.
«Fue pensadora ágil, crítica en sus ensayos y es la primera mujer después de Sor Juana Inés de la Cruz que, por la importancia de su obra literaria, ha sido conocida en España y otras muchas partes del mundo por las traducciones de su obra que están vigentes y circulando aún”.
La muerte de Castellanos
La muerte de Rosario Castellanos está envuelta en un halo de misterio y teorías de conspiración, aunque según su acta de defunción, la principal causa del deceso fue «electrocución probable».
Rosario Castellanos falleció a los 49 años en su casa de Herzliya Pituach, al norte de Tel Aviv, el 7 de agosto de 1974 luego de electrocutarse al encender una lámpara después de salir de bañarse.
Existen versiones de probable suicidio por su actitud depresiva, otras son de carácter político y hay hasta quien culpa a los judíos, aunque el dictamen oficial dice que “se trató de un accidente”.
Rosario, fue nombrada embajadora de México en Israel en 1971, donde destacó también como catedrática de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Murió en Tel Aviv, Israel el 7 de agosto de 1974.
Sus restos fueron trasladados a la ciudad de México y sepultados en la Rotonda de las Personas Ilustres el 9 de agosto de 1974.
