La ilusión de convertirse en papá y mamá puede verse perpetrada por distintas circunstancias, la menos afortunada tiene que ver con las complicaciones del embarazo, incluso la muerte.
El deceso de este amor coloca a los papás en un duelo difícil de superar. Aunque nada reemplazará la pérdida ya sea por aborto involuntario, muerte fetal, o muerte neonatal, la esperanza de una nueva vida puede aparecer; a esta se le conoce como bebé arcoiris.
Esta analogía surge del hecho de que el fenómeno natural del arcoiris se presenta, regularmente, después de una “tormenta”; es así como llega a la vida de la familia la esperanza de un nuevo bebé.
Esto no significa que se reemplace al pequeño que murió, sino el origen de una nueva historia.
Si conoces a alguna pareja que haya experimentado este proceso, no la juzgues; apoya su decisión y la etapa que está por comenzar, pues esta puede estar basada en más temores que un embarazo habitual.
