Desde hace 10 años, a partir de las nueve de la mañana, masajistas invidentes o débiles visuales se instalan en este espacio. Llevan consigo todo lo necesario para dar terapia física, sanar luxaciones en rodilla, problemas en columna, parálisis facial y tratar dolores musculares por medio de masajes.
La carrera de Técnico Profesional en Masoterapia, en la Escuela Nacional de Ciegos «Licenciado Ignacio Trigueros», tiene una duración de dos años y medio y una matrícula de casi 100 alumnos. Además, ofrece hospedaje a los estudiantes que proceden del interior de la República, como Dolfer quien llegó de Tapachula, Chiapas hace más de 20 años.