El trastorno por atracón se caracteriza por la ingesta de alimentos sin tener hambre, comer hasta ya no poder más, ingerir los alimentos más rápido de lo habitual y comer solo y a todas horas.
Otro síntoma de este trastorno es que la persona se siente culpable, enojado o deprimido después de comer.
Se puede considerar que es un trastorno cuando ocurre al menos una vez por semana. Las personas que lo padecen tienden a ser mayores de 18 años y suele afectar más a las mujeres.