Abigail ha trabajado desde los 7 años en el basurero, cuando quedó huérfana de padre y tuvo que abandonar la escuela.
Y aunque Abigail Olvera dice: «No sé leer de corrido, todavía me trabo tantito, pero le hago la lucha” y ganando 500 pesos semanales, ella quiere que sus hijos estudien y no pasen lo que ella paso.