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La desenfrenada y alocada fiesta que reunió a los integrantes de la realeza

Entre los invitados encontramos a Felipe VI, la reina Máxima de Holanda, Haakon de Noruega, la princesa Mette-Marit, Rosario Nadal de Bulgaria, el príncipe y la princesa Michael de Kent y el diseñador Valentino

 

El sábado pasado, 1 de julio, la realeza europea se dio cita en una exclusiva y alocada fiesta que se llevó a cabo en Reino Unido.

Entre los asistentes encontramos al rey Felipe VI, la reina Máxima de Holanda, el príncipe heredero Haakon de Noruega y su mujmoser, la princesa Mette-Marit, Rosario Nadal de Bulgaria, el príncipe y la princesa Michael de Kent, el diseñador Valentino y su socio, Giancarlo Giammetti; además de los exembajadores de Estados Unidos en España, James Costos y Michael Smith, los españoles María Pardo y Pablo de Hohenlohe, y la baronesa Caroline Fleming –íntima amiga de Mary de Dinamarca–.

También llegaron Poppy Delevingne, Eugenie Niarchos, Bianca Brandolini, Lauren Santodomingo y las socialites Paris y Nicky Hilton.

¿El motivo?, la celebración del cumpleaños 50 del príncipe Pablo de Grecia y los 21 de su primogénita, María Olympia.

La fiesta digna del jet set fue de disfraces y tuvo como temática el lema «Prince and the revolution», como homenaje al cantante y a la que fue su banda durante años. Fue organizada por la esposa del príncipe Pablo, Marie-Chantal, además de que también sirvió como despedida, pues la familia se mudará a Nueva York el próximo mes de septiembre.

Los protagonistas de la celebración fueron los diseños que lucieron los invitados, ellas ataviadas con trajes alta costura y adornadas con los tocados más estrambóticos de plumas, flores, coronas, de hecho, la anfitriona, Marie-Chantal, lució una enorme aureola de estrellas plateadas.

Mientras que los caballeros se atrevieron con chaquetas estampadas y corbatas de colores.

No importa la edad

La celebración se organizó en The Cotswolds, la mansión que la familia tiene en Gloucestershire, a dos horas de Londres.

Asimismo, contó con dos escenarios: el jardín, decorado con grandes globos multicolores, y también el interior del palacio. Recordemos que eran dos celebraciones: una más clásica, para los invitados del príncipe Pablo, que acudieron de riguroso esmoquin, y la otra sin complejos y mucho más desenfadada que ofrecía su hija, Olimpia para sus amigos.

Tras pasar la tarde al aire libre en los jardines de la casa, la velada se alargó hasta entrada la noche en el interior de la vivienda. Donde se habilitó una enorme y adornadísima pista de baile, ahí los invitados disfrutaron hasta altas horas de la madrugada.

Aquí la galería completa de la exclusiva celebración,

 

 

 

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