Generalmente tenemos una mala reputación de los vendedores y la mayoría de las veces se debe a que los vendedores de antes eran personas que “manipulaban” al cliente, lo enamoraban para conseguir dinero a cambio de su producto o servicio; tenemos el estigma de que ser vendedor es ser un charlatán y timador. Las ventas son lo de hoy, y sin importar qué seamos, todos vendemos.