Con el paso del tiempo lo tradicional necesita reinventarse. Lo mismo ocurre con las aulas y el aprendizaje vertical, que ya no resulta tan atractivo para los millennials y para las próximas generaciones.
Es por esta razón que la empresa Steelcase, enfocada en interiores corporativos, tiene una propuesta para el sector educativo mexicano que poco a poco se va insertando en las universidades a nivel global. Se trata de un modelo espacial –con un salón cuadrangular, sillas desplazables y giratorias ubicadas en forma de X y recursos de display– que logre en los estudiantes un aprendizaje más significativo y en los profesores mayor movilidad para atrapar la atención de los jóvenes.
El especialista en educación de Steelcase, Ivan Tiquet, afirmó que esta estructura, pensada para 24 o 32 estudiantes, se convierte también en una preparación para que cuando los jóvenes se inserten al ambiente laboral sepan trabajar en equipo y desarrollar habilidades junto a sus compañeros.
Para llegar a estos diseños, centrados sobre todo en organizar las aulas de manera interactiva y dinámica, la citada compañía, realizó un estudio en el año 2006 en 20 universidades norteamericanas sobre la importacia del material inmoviliario para entender la relación entre el aprendizaje y la implementación de la tecnología.
El estudio demostró, a partir de una prueba con estudiantes durante un semestre en un salón de clases convencional y otros en uno dinámico, que en el segundo la deserción escolar se redujo de un 50% a un 13%. También las calificaciones en el segundo caso fueron 20% más altas que las de los alumnos del aula tradicional y los de salones modernos terminaron el semestre tres semanas antes que los primeros.