Atrae a cientos de personas de toda India y hay equipos médicos en el lugar para curar las lesiones en las cabezas de las personas que quedan heridas en el ritual. Aunque muchos prefieren ponerse ceniza en la herida y no buscar ayuda médica para no ofender a los dioses.
Como las autoridades no conocen ningún caso de muerte o daños fatales que haya dejado el festival, el gobierno permite el evento sin restricciones.