Para la mitad de los jóvenes mexicanos de entre 20 y 29 años, vivir con sus padres es todavía una realidad informó la plataforma de búsqueda de inmuebles DadaRoom.com
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi, mientras que en países europeos la edad promedio para dejar el nido no rebasa los 24 años, en México oscila en los 28 años.
DadaRoom informó que en muchos casos el quedarse a vivir con los papás no es por gusto ya que el tema económico es el principal motivo que frena su independencia, además el miedo, la ansiedad y la resistencia a los cambios son otros motivos por los que los jóvenes no se mudan.
Jonathan Silva, psicoanalista de la Ciudad de México, aseguró que el mudarse de casa tiene diversos beneficios para ambas partes ya que, «por un lado, los jóvenes se perciben como alguien capaz de tomar sus propias decisiones; una persona autónoma y productiva, que empieza a construir y dar sentido a su vida como adulto. A su vez, los padres comienzan a disfrutar la paternidad desde otro lugar; tienen, además, un espacio propio y más tiempo para sí mismos. Se genera una relación más genuina, que se enriquece”
“Lo recomendable es salir del nido cuando la relación entre padres e hijos es firme”, asegura Silva.
Beneficios de independizarse
Ante esta situación el psicólogo dijo que entre los beneficios más importantes de que los jóvenes se independicen están:
● Mejores y nuevas relaciones. Por un lado, las reuniones familiares no serán las mismas: juntarse para comer será por gusto, por el deseo de convivir. Por otro lado, cuando padres e hijos viven en el mismo techo, usualmente son los padres los que llevan la batuta. Pero al independizarte, descubres toda una nueva fase de su relación: tienes la capacidad de cuestionar y participar a la misma altura.
● Adquieres responsabilidades y aprendes a administrarte. Mientras vives en casa de tus padres, la responsabilidad de mantener el orden en el hogar no está en tus manos. Hacer la despensa, la limpieza y pagar los servicios ahora son tus tareas, lo que te da una nueva perspectiva sobre la vida (aunque parezca algo mundano), ayudándote, entre otras cosas, a tener una mejor cultura sobre tus finanzas y plan de vida.
● Construyes tu propio espacio. Tanto padres como hijos tomarán decisiones sobre su hogar: acomodar los muebles, elegir el color de las paredes y decorar cada rincón de tu casa sin limitaciones es más liberador de lo que podría parecer. Más allá de eso, tienes la oportunidad de establecer tus propias reglas.
● Te concentrarás más en el crecimiento profesional. Aunque puede sonar a que tú mismo te pones en aprietos, al tener la necesidad de procurar tu estabilidad económica, tienes una buena motivación para buscar nuevas oportunidades laborales que te den mayor calidad de vida.
● Te conoces mejor y ganas confianza. Al comenzar a tomar decisiones sobre tu vida y darle el sentido que tú elijas, aprendes a conocerte a ti mismo y cambias la postura que tienes con tu entorno, ya que pasas a ser una persona autónoma capaz de manejar su propia vida. Eso fortalece tu seguridad y autoestima.
Edad ideal para independizarte
DadaRoom.com informó que de acuerdo con su estudio, 34% de sus usuarios tenían entre 18 y 23 años al buscar su primer departamento; 39% tenía entre 24 y 28 años; y 26% tenía más de 28 años.
A pesar de que no existe una edad marcada para mudarse de la casa de los padres, lo recomendable es independizarse cuando se cuenta con la capacidad económica, intelectual y la convicción para dar el siguiente paso.
“Salirse de casa y tener que regresar por no haber hecho una buena planeación, puede considerarse como una derrota”, advierte Jonathan Silva.
Si ya te has convencido de que vivir por tu cuenta es para ti, asegúrate de que tienes los medios y el presupuesto para ser realmente independiente.
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