La depresión puede prevenirse con ejercicio, incluso si la persona está genéticamente predispuesta; así lo confirmó una reciente investigación publicada en la revista Depression and Anxiety.
Investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston consultaron una data con casi 8,000 pacientes durante dos años y calcularon el riesgo genético de cada individuo diagnosticado; reseñó Medical News Today.
Estimaron que el grupo con un alto índice de probabilidades recibiría un diagnóstico en cualquier momento dentro de un par de años; sin embargo, les sorprendió notar que los participantes activos eran menos propensos a padecerla.
Actividad física y depresión
«En promedio, unos 35 minutos adicionales de actividad física cada día pueden ayudar a las personas a reducir su riesgo y protegerse contra futuros episodios de depresión», dijo Karmel Choi, autora principal.

Además, los científicos hallaron que por 4 horas más de actividad física semanal, el peligro de sufrir un cuadro depresivo bajaba a un 17%.
«Nuestros hallazgos sugieren fuertemente que, cuando se trata de depresión, los genes no son el destino y que estar físicamente activo tiene el potencial de neutralizar el riesgo adicional de episodios futuros en individuos que son genéticamente vulnerables», señaló Choi.
Aunque común, esta enfermedad mental es extremadamente seria y continúa afectando a miles de personas en todo el mundo. La tristeza, falta de concentración, apatía, irritabilidad y ansiedad son algunos síntomas.
Jordan Smoller, también autor, expresó: «Creo que esta investigación muestra el valor de los datos y la genómica de la salud en el mundo real para proporcionar respuestas que puedan ayudarnos a reducir la carga de estas enfermedades».
Los aeróbicos, el yoga, andar en bicicleta, trotar o correr son excelentes opciones para empezar.