El cómo abordamos a una persona y nos relacionamos con esta es algo que hacemos instintivamente. No analizamos nuestros métodos, su eficacia o simplemente no sabemos cómo hacerlo.
La buena noticia es que la psicología es capaz de develar aquello que incluso nosotros ignoramos. Si el amor te preocupa y quieres saber que tan bien –o mal- te desenvuelves en el terreno, solo debes invertir unos segundos viendo unas imágenes.
Este pequeño test publicado en La Prensa te indicará la pistas, no perderás más de un minuto y habrás descubierto tus talentos para el romance.
No hagas trampa; debes mirar la siguiente imagen y decir lo primero que detalles.
¿Ya distinguiste algo? Entonces, leamos los resultados.
Vi dos máscaras
Contemplar dos máscaras es indicio de que cuando amas, eres seguro de ti mismo y vas por lo que quieres.
Eres directo y no ocultas tus sentimientos pues no crees que deban esconderse. Lo negativo es tu forma de ser tan temperamental, algo que a veces ocasiona discusiones vanas. El orgullo, además, te ha costado varios amores.
Ser más modesto podría ayudarte.
¿Y si vi un rostro masculino?
Si lo que pudiste divisar fue un rostro masculino es porque eres tímido. Manifestar tus emociones te cuesta mucho y más hacerlo con precisión.
Intentas atraer a tu interés amoroso desde tu zona de confort, ya sea a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería.
Eres afable, tolerante y servicial, por lo que cuando sí inicias una relación todo transcurre de maravilla. Aprender expresarte te convertirá en todo un partido. Recuerda que tu pareja quiere saber lo que piensas. La comunicación es la base del éxito.
La cara de una mujer
Si lo único que observas es la cara de una mujer es porque eres una persona cándida y pura. Te enamoras con facilidad porque te encanta el sentimiento.
Cuando alguien te gusta no puedes evitar sentir el cosquilleo en el estómago. Eres de los que viven romances apasionados y encantas con facilidad a quienes te rodean.
Tus parejas te adoran, aunque te cuesta mantener relaciones a largo plazo porque prestas mucha atención a tus emociones.
