El aire libertador volverá a soplar en San Nicolás. Por la obra y gracia a dos sudamericanos, Tigres está de regreso a la Copa Libertadores. El boleto está sellado, del técnico dependerá si habrá o no seriedad para ello.
Damián Álvarez, uno de los últimos referentes de aquel Auri Campeón del 2011, prendió el esférico con odio. La zurda del Enano sacó un envío imposible para Alfredo Talavera, decretando un triunfo casi agónico que valió el retorno a las canchas de Sudamérica. De paso, el resultado privó de toda posibilidad que haya un Clásico Regio en los Cuartos de Final.
En la cancha, nunca hubo un dominador territorial. Los felinos probaron sin un nueve natural, quedando Joffre Guerrón como el referente de área. La apuesta resultó al convertir el primero con un buen remate de testa, tras un córner de Damián.
Pero Tigres no mató cuando pudo y quiso. Por el contrario, permitió una reorganización escarlata y ahí la consecuencia.
Los del Estado de México, sin ser incisivos, encontraron el empate. Lucas Lobos cobró un tiro de castigo desde la lateral izquierda, mismo que Paulo Da Silva alcanzó a rozar. 1-1 y la Libertadores se escapaba.
En el complemento, la distribución del balón fue equitativa. Mientras Tigres intentaba, Toluca destruía, repitiéndose la historia hasta el silbatazo final, aun y cuando los mexiquenses intentaron tener presencia de área con el ingreso de Jerónimo Amione.
Y cuando era un hecho el empate, apareció Damián, quien la mandó guardar, provocando la locura en los más de 40 mil hinchas felinos que pedían a gritos calificar al torneo continental.
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