Si quieres sacar el fotógrafo que llevas dentro, Instagram ya no es suficiente para ti y tienes poco dinero, quizá deberías ir pensando en comprar una cámara fotográfica de segunda mano. Aquí unos tips para que lo hagas y no seas estafado en el intento.
¿Dónde comprar?
En Internet, eBay es visita obligada. No sólo para encontrar posibles compras sino, sobre todo, para revisar cómo están los precios. Si vas a comprar allí, asegúrate de revisar el historial del vendedor para ver cómo han sido la experiencias de otros compradores. Fíjate también en las condiciones de venta y en el precio de los costos de envío.
Otra opción son las tiendas online que venden material nuevo y que, a veces, incluyen una sección de material usado o material outlet.
La tercera opción es visitar una de las tiendas que se encuentran en la calle de Donceles en el Centro Histórico. Eso sí, hazte acompañar de algún amigo que sepa más que tú de fotografía, para que te ayude a verificar que la cámara esté en buenas condiciones.
¿En qué debemos fijarnos?
Debes investigar un poco y saber a qué precios se mueve el objeto en cuestión y cuál es su calidad. Después, si estamos hablando de un objetivo, debemos fijarnos en lo siguiente:
Revisar el estado de los elementos ópticos: si tiene polvo en el interior o arañazos. Si no es nada exagerado, no debería afectar a las fotos.
Checar el estado estético y mecánico del objetivo: ver si tiene algún golpe que pueda haber afectado a su mecanismo interior, comprobar que la rosca del filtro y la bayoneta de la montura no estás dañadas, así como comprobar que el diafragma funciona de forma correcta.
El polvo en el sensor no es un problema extremadamente grave, porque es algo que ocurre habitualmente y siempre tienes la opción de limpiarlo, pero sí puede ser molesto.
Sin embargo, si el sensor está muy, muy sucio es posible que tengas que llevarlo a que te lo limpien, lo que te supondrá un gasto adicional que quizá deberías negociar con el vendedor.
Si tienes oportunidad, haz alguna foto y revísala en el ordenador para comprobar que el sensor no tiene pixeles muertos. Que tenga uno o dos no es un grave problema, sobre todo si la cámara ya tiene tiempo, pero si el número es mucho mayor sí puede ser preocupante.
Busca también pixeles muertos en la pantalla y comprueba que el visor de la cámara no está roto o tiene elementos extraños en su interior.
Con información de www.fotografia.com