Me parece que la sociedad mexicana debe comprender a la motocicleta de otra manera que como las últimas décadas, de hecho, desde el siglo pasado en era un mercado francamente reducido. A las dos ruedas en vez de sacarles provecho las hemos etiquetado con mitos como velocidad extrema, poco seguras y hasta vinculadas con el crimen, con motociclistas de poca pericia al manejar y un peligro en las calles.
De hecho todos estos pensamientos también pueden aplicarse a autos, bicicletas y transporte público. Es más, hemos dejado a un sector que sea el arriesgado y que las use en condiciones de urgencia, como es la mensajería, reparto de periódico y entrega de comida rápida, es más, las mismas empresas aseguradoras han usado motos que se ven rápidas pero que no son para ciudad sino de pista, pero dan imagen de ser muy efectivas, pero seamos sinceros es mucho más que eso y ha quedado demostrado.
La moto es una gran adición a la movilidad de la sociedad, es un vehículo común en muchos países y ciudades, así como una solución que no ha dejado de evolucionar.
En Estados Unidos hemos ido a la presentación de las innovaciones de Harley-Davidson, una marca que ahora ya piensa en las motos eléctricas y el motor de combustión lo ha mejorado enormemente, motos para ciudad, carretera, y hasta para competencias.
Esta semana en Los Ángeles, BMW Motorrad, la división de motocicletas de la marca presentó su visión de moto hacia el futuro donde ya ni siquiera se ladea evitando caerse.
Voto por una licencia bien dada de motos, así como también debe existir la de autos, para que nos beneficiemos como sociedad. Si educamos, hacemos exámenes, damos la licencia, legislamos y se dan normas claras para su uso, promovemos amplios espacios de estacionamiento y la consideramos una normalidad en nuestras calles, todos vamos a vivir mejor.
