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Autoridades de Michoacán informaron que al menos siete personas murieron, entre ellas dos menores, y continúa la búsqueda de otras cinco que se reportan como desaparecidas después de que un aluvión de 1.5 metros arrasara las calles del municipio de Peribán.
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El jefe del departamento operativo de Protección Civil de Michoacán, Eloy Girón, actualizó el lunes por la noche a The Associated Press el número de fallecidos y dijo que aunque las labores de búsqueda continuaban, cada vez hay menos esperanzas de localizar con vida a los desaparecidos, entre los que hay tres menores.
Las lluvias inusualmente fuertes desbordaron el río Cutio, que desató un aluvión en el pueblo de Peribán el domingo.
Según contaron los testigos, el agua bajó tan fuerte que arrastró a personas que estaban dentro de las viviendas, explicó Girón. “El agua arrasó con todo a su paso”, indicó. Unas 40 casas tienen pérdidas totales, todas situadas a orillas del río, aunque todavía hay que esperar para tener un balance total.
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La Secretaría de Gobernación emitió el lunes una declaración de emergencia en Peribán, que se une a las ya decretadas en los últimos días en los estados norteños de Sinaloa, Sonora y Durango, donde las lluvias provocaron tremendas inundaciones. El mismo lunes también se declaró emergencia en 10 municipios de Chihuahua.
La búsqueda de los desaparecidos en Peribán, un municipio que se encuentra en una zona de montaña conocida por sus huertos de aguacate, comenzó el lunes por la mañana, según dijo el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles. Los soldados buscaban entre las enormes pilas de escombros que quedaron en las calles.
El aluvión lodoso fue tan fuerte que arrasó con vehículos y árboles, aunque para la noche del lunes el cauce ya estaba normalizado.
La Comisión Nacional del Agua seguía pronosticando lluvias el lunes por la noche y alertaba a los estados del Pacífico que extremaran las precauciones debido a la saturación de humedad que tiene el suelo y que puede propiciar deslaves, deslizamientos o desbordamientos de ríos.
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