Hablar de “pendejadas” no sólo ha sido un escape para Carlos Erhard, actual titular del movimiento Pro Unificación de los Pendejos (PUP), que lejos de ser un agravio, para muchas personas resulta gracioso y hasta motivacional.
Cerca de 1950, Hermenegildo Torres fundó el Partido Único de los Pendejos, pero tras su muerte se esfumó el partido y en el 2003 Erhard registró el PUP, del cual ahora presume un museo y una serie de souvenirs como certificados de afiliación y libros.
¿Desde cuándo tomó las riendas del PUP?
—Por 12 años el PUP desapareció, en el 2002 saqué el libro No corras riesgos, hazte pendejo y desde ahí comenzamos.
¿Cuántas personas se han registrado?
—En la página Web se han registrado más de 8 mil personas, de toda la República, también de EU y de Centroamérica.
¿Cuáles son los requisitos para estar en el PUP?
—Es muy fácil, sólo caben los pendejos, pero el fundador decía que es más fácil aceptar ser pendejo que tratar de demostrar no serlo, basándose en la frase de Sócrates que dice: “yo sólo sé que no sé nada”.
¿Qué busca el PUP?
—Es una asociación de vacilón, es aceptar que todos somos en algún momento o nos han hecho pendejos.
¿Hacen falta más movimientos que busquen alejar a la sociedad del panorama inseguro que vive la ciudad?
—Ésta es una especie de escape, aquí en el museo todo es intrascendente, es de diversión, pasar un rato alegre y aceptar que todos hacemos pendejadas y que tarde que temprano caemos, más vale aceptarlo.
¿El PUP tiene a sus personajes favoritos?
—Sí, tenemos el Paseo de las Estrellas, la Rotonda de Pendejos Ilustres de la Política y el Salón de la Fama del Deporte.
Tenemos a varias personas que tienen méritos, a Maderito, el ex alcalde de Monterrey le vamos a dar la Medalla al Mérito por ser el alcalde más pendejo del último siglo.
¿Qué es mejor, ser un pendejo famoso o pasar inadvertido?
—Todos pasamos inadvertidos hasta que hacemos una gran pendejada.
¿Quién elige a los personajes destacados del PUP?
—No hay un comité, pero tengo muchos amigos que me van dando idea de todas estas pendejadas, como souvenirs y diplomas.