Aunque no son una droga nueva, los poppers han retomado popularidad entre los jóvenes en los últimos años. Compuestos de nitritos de amilo o butilo, al ser inhalados producen un alto nivel de excitación, funcionando como vasodilatadores potencializando el placer.
A pesar de que su venta está prohibida, los poppers continúan en el mercado, vendiéndose como aromatizantes o productos de limpieza en diferentes puntos de la ciudad de Monterrey. En los sex shops también pueden ser adquiridos como estimulantes sexuales, aunque en muchos de ellos no se encuentran a la vista de los clientes.
La inhalación de nitritos se ha incrementado en la población de entre 16 a 28 años, que busca a través del producto aumentar su placer sexual.“Los jóvenes los usan más, lo hacen sin pensar en las consecuencias que esto puede traer para su salud, es una droga peligrosa”, comentó Jorge Cervantes, director del Centro de Prevención de Adicciones del ITESM.
En otros países como Reino Unido, este tipo de sustancias se expenden con normalidad en antros. En México, las dosis proceden de Estados Unidos.
200 pesos es el precio aproximado de un frasco de popper de 30 mililitros, aunque también es posible conseguir envases de 9 mililitros por 120 pesos, en diversos negocios de la zona de Madero.
El uso de nitritos como estimulantes trae graves consecuencias a la salud: Mareos, vómito, migraña, rápida adicción psicológica, irritación en labios, mejillas y nariz, taquicardias, falta de apetito sexual a largo plazo, reducción de los niveles de oxígeno en la sangre, estado de shock, desmayos, daño cerebral permanente e incluso la muerte por al ser injerido o mezclado con fármacos.